En su columna en Una Nueva Aventura, la historiadora y periodista Araceli Bellota analizó cómo dialogan el Día de la Tradición, que se celebra hoy en todo el país, y el 70 aniversario de la puesta en marcha del voto femenino en Argentina. Explicó que, de fondo, esto tiene que ver con los dos modelos que conviven históricamente en el país, uno que cree en incluir a las mayorías y otro que propone un gobierno de elite para pocos.

"Del peligro del gaucho pasaron al peligro del compadrito, del peligro del compadrito pasaron al de la cabecita negra y del peligro del cabecita negra pasaron al actual choriplanero", explicó Bellota. Sostuvo que en esta lectura de odios y temores puede matizarse la historia Argentina, y que esto se pone en juego en las elecciones de este domingo 14 de noviembre.

La columna

"Hoy es el Día de la tradición, en homenaje a José Hernández, el autor del Martín Fierro. Porque nació el 10 de noviembre de 1934. Y este jueves se cumplen 70 años de que las mujeres votaron por primera vez en Argentina a nivel nacional y fue un 11 de noviembre de 1951", comenzó Bellota su columna.

"Y como el domingo tenemos que votar a mí me gustó la idea de unir esta efemérides para que pensemos juntos en los dos modelos de país que se ponen en juego y que, en verdad, desde 1810 en adelante siempre se pusieron en juego", agregó la también presidenta del Concejo deliberante del partido bonaerense de Moreno.

Y continuó: "Un modelo es el que cree en incluir a la mayor cantidad de gente posible para que todos tengamos una vida digna y el otro modelo propone el gobierno de una élite que cree que esa mayoría son la causa del atraso del país y por lo tanto hay que disciplinarla para que se aguanten no vivir con dignidad".

"Esto, sintéticamente, es una definición casera de lo que le dicen 'populismo' y 'anti populismo'".

Voto femenino

"Lo del voto femenino es claro -siguió Bellota-. En 1951, se consiguió después de décadas de lucha de las mujeres argentinas de comienzos del siglo XX que tenían distintos pensamiento políticos. Fue el primer gobierno de Juan Domingo Perón el que impulsó la ley 13.010 en 1947, que incluyó a la mitad de la población, es decir, las mujeres que no tenían la posibilidad de elegir".

Ese 11 de noviembre las mujeres no sólo votaron por primera vez, sino que también fueron elegidas. Entraron al Congreso Nacional 23 diputadas nacionales, 6 senadoras. Lo mismo pasó en las legislaturas provinciales y municipales.

Este hecho lo logró un gobierno que creía en incluir a las mayorías, mientras que los que se oponían, por ejemplo proponían el voto calificado para las mujeres.

Día de la tradición

El Día de la tradición fue instituido por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires en 1939. Gobernaba la provincia entonces Manuel Fresco, que era un conservador y en la Nación el presidente era Roberto Ortiz, que también era un conservador.

"Ambos en plena década infame, gobiernos que creían que había que educar a las mayorías para que voten bien y por eso habían dado el golpe en 1930 para derrocar al gobierno de Hipólito Yrigoyen que era un gobierno que creía en incluir a las mayorías".

"¿Por qué entonces eligieron gaucho Martín Fierro como un emblema de nuestras tradiciones, cuando hasta no hacía mucho tiempo el gaucho era considerado un vago, un delincuente?"

Martín Fierro y el peligro del "choriplanero"

Lo eligieron porque el gaucho ya no existía como peligro, explicó Bellota. "Hay un libro, "Breve historia del antipopulismo" (Siglo XXI, 2021), de Ernesto Semán, dice que la semilla de la Argentina nunca pensó en una nación con las mayorías afuera, siempre y cuando pudieran controlar y manejar esas mayorías.

Entonces dice que desde 1810 hasta hoy esos sectores que tenían que controlar fueron mutando, propone esta secuencia: del peligro del gaucho pasaron al peligro del compadrito, del peligro del compadrito pasaron al de la cabecita negra y del peligro del cabecita negra pasaron al actual choriplanero.

El gaucho, víctima de la opresión y la injusticia que vivía fuera de la ley, que es el que describió Hernández, había sido suplantado por el compadrito, que era el orillero, en que vivía en el límite de la ciudad, que tenía características del gaucho, pero que era más peligroso todavía porque estaba más cerca de la ciudad.

En 1975 el Día de la tradición se convirtió en una conmemoración nacional por una ley del Congreso. Entonces gobernaba de nuevo el peronismo que desde 1946 había modificado la preocupación de la elite: ya no era el compadrito, era el cabecita negra, el del 17 de octubre de las patas en la fuente. Y esos cabecitas negras con el tiempo se transformaron sectores choriplaneros, que es la actual preocupación de elite.

El gobierno de Macri

A ellos durante los cuatro años de Mauricio Macri le dijeron que les habían hecho creer que podían tener celulares o plasmas, que se habían creído que podían viajar y podían ir a la universidad, que no era un lugar para eso, porque los pobres no llegan a la universidad.

Le dijeron que la educación pública era una porquería y por eso los pobres tenían que caer en ella. Que se tenían que conformar con planes sociales y por eso Macri duplicó los planes que había dejado Cristina. Los que tanto critican, digamos.

Los choriplaneros son los vagos que se hunden y condenan al país al atraso igual que en 1810, la elite entonces decía que la grandes mayorías, que eran los artesanos, los pequeños productores, los gauchos, eran vagos y que por eso el país no iba a poder crecer.

Elecciones legislativas

Por eso yo creo que este domingo no nos tenemos que confundir. No se trata de corrupción, tampoco se trata de eficiencia en el gobierno, porque también hubo eficientes e ineficientes en los dos modelos. El tema pasa por quienes creen que se debe incluir a las mayorías y quienes creen que deben favorecer a una minoría y los demás que se jodan.

Que se mueran los que se tengan que morir como dijo Macri en la pandemia, ¿no? Y ojo, porque necesitados somos todos. Y todos somos los que no tenemos el poder económico del que gozan las élites que están tan preocupadas por el populismo, es decir, por controlar a esa mayoría para que se banquen y se conformen con la desigualdad y con lo poco que les toca en el reparto.

Votemos el domingo y exijamos al Gobierno popular que sea cada vez más popular y que cada vez incluya más gente en una vida digna, y para eso se tiene que enfrentar de la elite. Porque como decía Perón, que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos. Y de esto estamos jugando el domingo.