Llega noviembre y la Ciudad de Buenos Aires se tiñe de violeta. Esto se debe al jacarandá, árbol distintivo desde hace décadas, está en época de florecimiento, desparramando al viento su tinte lila. Sin embargo, no en todos lados se puede observar su presencia en la Capital Federal.

Según el último censo, realizado en 2018, hay 14.301 jacarandás en la Ciudad, lo que representa un 32 por ciento más en comparación con los diez años anteriores. Esta tendencia se espera que se repita de cara al 2028, con una gran cantidad de ejemplares en los espacios públicos.

Las comunas 1, 14 y 13 son, respectivamente, las zonas con mayor cantidad de árboles de este tipo. Esto abarca a los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat, Constitución, Palermo, Belgrano, Núñez y Colegiales.

En el otro extremo, las comunas 5, 3 y 2 son las que menos presencia de jacarandás tienen. Esto toca de lleno a los barrios de: Almagro, Boedo, Balvanera, San Cristóbal y Recoleta.

Dónde ver los Jacarandá

Según la cuenta especializada en la Ciudad y caracterizada por recorrer los detalles de cada uno de sus barrios buenosaires.ar los mejores puntos para ver los jacarandás en este época del año son:

  1. Av. Figueroa Alcorta a la altura de la Facultad de Derecho de la UBA, Recoleta.
  2. Plaza San Martín, Retiro.
  3. Diagonal Norte, San Nicolás.
  4. Av. Forest, limite entre Belgrano y Villa Ortuzar.
  5. Plaza Juan B. Terán, Villa Real.
  6. Agüero y Las Heras, Recoleta.
  7. Plaza Los Andes, Chacarita.
  8. Av. Córdoba y Riobamba, Balvanera.
  9. Av. Juan B. Justo, Villa Luro.
  10. Av. Sarmiento y Figueroa Alcorta, Palermo.

Jacarandá, "árbol distintivo"

En 2015, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó una ley para que el jacarandá sea distinguido como árbol distintivo de la zona.

Se argumentó que, a diferencia de muchas ciudades del mundo, Buenos Aires no tiene hasta el presente una especie distintiva que la identifique.

En este sentido, explicaron que el jacarandá resalta por su belleza en las diferentes floraciones que presenta durante el año engalanando calles.

Origen

Jacarandá es un nombre de origen tupí que significa fragante. Es un árbol nativo de la base de las yungas o selvas de montaña, en el noroeste de Argentina, Tucumán, Salta, Jujuy.

Tiene dos grandes momentos de floración, uno con el árbol sin hojas en noviembre y el otro de menor magnitud en febrero y marzo. Del néctar de sus flores se alimentan colibríes y aves.

Figura en la lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN) como "especie vulnerable" por el avance de la agricultura en su hábitat original.

La historia del Jacarandá en la Ciudad

El jacarandá se incorporó al paisaje porteño gracias al trabajo de Carlos Thays, arquitecto y paisajista conocido por sus obras en distintos parques del país.

De origen francés, fue nombrado Director de Parques y Paseos en 1891. En este rol avanzó con obras en los actuales parques Lezama, Centenario, Patricios, Chacabuco, y la Plaza de Mayo, entre otros. Thays introdujo el árbol de jacarandá y lo plantó después de comprobar que se adaptaba a esta ciudad menos cálida.

Falta de espacios verdes

De todos modos, pese a la belleza del jacarandá y las estimaciones positivas que prevén su crecimiento en los próximos años en la mayoría de los barrios porteños faltan espacios verdes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda entre 10 y 15 m2 de verde por habitante. La Ciudad de Buenos Aires tiene apenas 5,13 m2, uno de los peores índices a nivel mundial.

La OMS opina que es necesario un árbol cada tres habitantes. Buenos Aires tiene tres millones de habitantes, pero solamente 470.000 árboles, según los registros oficiales.