Adolfo Pérez Esquivel presentó “La otra mirada”, un libro compuesto por once relatos referidos a diferentes momentos y viajes que realizó durante su vida. Con prólogo de la periodista Stella Calloni y edición de Ciccus, el Premio Nobel de la Paz narra distintos hechos trágicos de la historia de la humanidad, como los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, el terrorismo de Estado en Argentina o las guerra de Irak o Vietnam recreados de manera literaria.

En comunicación con AM750 contó los detalles del libro pero además opinó sobre las elecciones en Argentina y reflexionó sobre la situación del mundo en tiempos de pandemia.

- ¿Qué fue lo que te inspiró a escribir este libro?

- Siempre escribo. En este libro lo escribí hace un tiempo en distintas partes del mundo como Japón, Estados Unidos, América Latina y Argentina. En los viajes voy haciendo las bases principales de los relatos y las historias y cuando llego al país les doy una estructura literaria dándole un poco de espíritu a la situación que se vive, porque si no serían relatos muy tristes. Es un libro muy especial porque tiene que ver con tiempos de vida, de zozobras, de esperanzas, dolor y lucha de distintos pueblos del mundo. 

- En "La sombra y la piedra" contás el bombardeo en Hiroshima desde la perspectiva de una víctima y de los sobrevivientes...

- Ese es un relato que escribí luego de varios viajes a Japón donde tuve la posibilidad de hablar con las hibakusha, las sobrevivientes del bombardeo. En ese relato cuento cómo a una víctima el ataque lo sorprende sentado sobre una piedra. Cuando cae la bomba su esta persona se desintegra pero su imagen queda grabada en esa piedra. Yo comienzo a hablar con la sombra de esa persona y ella me cuenta lo que sufrió pero también me cuenta historias de los sobrevivientes con los que yo hablé y me dice que las hibakusha pueden envejecer pero que ella estará sobre esa piedra hasta la eternidad.

- En uno de los relatos hablás sobre los crímenes de lesa humanidad en la última dictadura argentina...

- Yo soy un sobreviviente de los vuelos de la muerte. En ese relato cuento la historia de un pescador de la zona que una tarde sale a pescar y en sus redes quedan atrapados dos jóvenes víctimas del terrorismo de Estado. Ahí también cuento sobre la persecución en las islas de Tigre.

- ¿Qué buscabas con la escritura de este libro?

- Mi intención era que podamos mirar hacia adentro y descubrir quiénes somos para saber cuál es nuestro camino. Lo que se siembra, se recoge, si se siembra solidaridad tiene que crecer. Tenemos que partir de lo que nos une, de lo que nos da fuerza para seguir adelante y lo tenemos que descubrir en el prójimo. Estamos viviendo momentos muy difíciles a escala mundial. No podemos tener como dios el becerro de oro y pensar que lo único que importan son las ganancias. Hay que cambiar la economía, la forma de vivir y hacer.

- En ese sentido, ¿Qué estás viendo en este mundo de pandemia?

- La pandemia puso en evidencia la desigualdad social. Los países ricos han concentrado las vacunas y se han olvidado de los países pobres. La industria farmacéutica no tuvo la grandeza de donar las patentes como si sucedido con la vacuna de la poliomielitis. Esto es una vergüenza. Cada vez hay mayor cerrazón. Yo creo que el capitalismo nunca se va a humanizar. Los grandes capitales no van a a distribuir sus recursos simplemente porque el capitalismo nació sin corazón. El mundo debe entender que la pandemia del coronavirus no es casualidad. Se debe al maltrato del ser humano a la madre naturaleza. Un filósofo griego dijo hace 25 siglos que "la salud de la humanidad es el reflejo de la salud de la Tierra". Ahí nos está marcando la gravedad del problema. La devastación, la deforestación, la contaminación de los ríos y mares, las megaminería hace que estemos cada vez estamos más enfermos. Estamos atravesando un un suicidio colectivo provocado por las grandes potencias donde los que sufren son los países más pobres y más empobrecidos.

- La Semana pasada estuviste reunido con Evo Morales, Alberto Fernández y Rafael Correa. ¿Cómo estás viendo la situación de la región?

- En Latinoamérica el progresismo está recuperando sus fuerzas. Debemos recuperar la unidad continental. Debemos recuperar el diálogo entre los dirigentes sindicales, los movimientos sociales y los organismos de Derechos Humanos de la región. Estamos en ese camino. En el 2022, en Brasil, Lula Da Silva le puede dar un fuerte impulso a la patria grande. Está fuerte de cara a las presidenciales. La gestión de Bolsonaro fue desastrosa para la vida del pueblo de brasileño. Está destrozando la Amazonía y es responsable de muchísimas muertes por su desdén a la situación del coronavirus. 

- El próximo domingo son las elecciones legislativas en Argentina ¿Qué crees que puede llegar a pasar en las elecciones?

- Yo tengo la esperanza de que la gente razone. Creo que lo que pasó en la PASO fue un voto bronca, un voto de decepción por el encierro y por la falta de empleo, pero el Gobierno ha hecho un esfuerzo enorme, no solo para conseguir las vacunas, sino para asistir a los sectores más necesitados con recursos para vivir. Creo que ahora el gobierno debe enfocarse en generar puestos. Además Argentina debe avanzar hacía la producción de medicamentos públicos genéricos. También se debe avanzar hacía la soberanía alimentaria en manos del pequeño y mediano productor rural.