El abogado de Mauricio Macri, Pablo Lanusse, presentó una nueva recusación al juez subrogante de Dolores, Martín Bava, en la causa que investiga el presunto espionaje ilegal a familiares de las víctimas de la tragedia del ARA San Juan.

Tras la fallida audiencia de la semana pasada y a dos días de presentarse a declaración indagatoria, la defensa del expresidente pidió una vez más el apartamiento del magistrado de la causa y se centró en el "error del juzgado" del jueves pasado cuando el exmandatario no pudo hablar ante el juez por no estar relevado de secreto de inteligencia requerido para estos casos.

Para Lanusse, Bava "sabía" de la necesidad del levantamiento que luego hizo efectivo el presidente Alberto Fernández y durante 22 días "no hizo nada", según publicó el diario Clarín. "El juez actuó sin moderación; mesura; adecuada compostura; objetividad; imparcialidad; ecuanimidad; rectitud; recta administración de justicia; recato; despojado de cualquier injerencia extraña; independencia ni estilo moderado", indicó el pedido.

De esta manera, el escrito sostiene que el magistrado en su accionar mostró "suspicacia, sospecha de injerencia externa, teñida de supuestos no claramente expresados, intereses políticos o de cualquier otra naturaleza no legal".

Y aseguró que pone en peligro la "imparcialidad e independencia con que debe actuar como garantía esencial en favor del Sr. Mauricio Macri y de esta defensa, además del prejuzgamiento en que incurrió producto de su sumisión a esa injerencia externa e intereses políticos que enceguecen su actuación", de acuerdo a lo señalado en el medio citado.

Show y suspensión

Macri faltó al primer llamado a indagatoria del 7 de octubre, ya que se encontraba fuera del país, y se presentó en Dolores el 21, en una segunda convocatoria. Ese mismo día se presentó la primera recusación, en el que indicó temor por una posible "parcialidad" de Bava, y también el pedido de recusación de la audiencia.

Al acudir al juzgado montó un show ante la poca militancia que se trasladó a la puerta y en un escenario denunció una presunta "persecución política" además de asegurar que acompaña a los familiares del submarino hundido. Sin embargo, el exjefe de Estado no pudo declarar por la falta del trámite que le impedía hablar sobre secretos de Estado durante su período de Gobierno.

Luego, el juez le solicitó al actual mandatario que relevara a Macri del secreto de inteligencia. Así, poco antes de partir rumbo a Roma, donde en estos momentos participa de la Cop 26, firmó el decreto que su antecesor pueda declarar. Tras este trámite, Bava volvió a fijar fecha para indagatoria: el 3 de noviembre.

El viernes, tras conocer la nueva fecha para su indagatoria, el dirigente opositor había dicho que se presentaría nuevamente en el juzgado. “Voy a tener que viajar a Dolores otra vez y perder todo un día de trabajo para decir lo que todo el mundo sabe: yo no espié a nadie ni mande a espiar nunca a nadie. Mi Gobierno no ha hecho espionaje ilegal, no usé ningún dinero público para hacer alguna actividad ilícita”, explicó en una entrevista radial.

La causa

Macri está imputado por seis hechos de presunto espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan tras la tragedia que se cobró la vida de 44 tripulantes en 2017. Para el juez, el líder del PRO ordenó y posibilitó el espionaje sobre los familiares. El objetivo de las tareas ilegales de la AFI era adelantarle información al entonces presidente acerca de los movimientos de los parientes. La actividad de la AFI se extendió desde diciembre de 2017 hasta finales de 2018, cuando finalmente se halló el submarino. La delegación Mar del Plata de la exSIDE fue la responsable de los seguimientos, infiltraciones y el ciberpatrullaje, según Bava.