En su editorial, el periodista Víctor Hugo Morales analizó el tratamiento que se hizo en los medios sobre el incidente ocurrido durante la marcha del 17 de octubre por el Día de la Lealtad peronista, cuando dos personas retiraron carteles del monumento de piedras realizado por algunos familiares de las víctimas de la pandemia.

Allí el conductor repudió lo ocurrido y acusó a la líder del PRO Patricia Bullrich de "escándalo" denunciando violencia en lo que fue una una marcha marcada por el amor.

El editorial de Víctor Hugo del 20 de octubre

Había escuchado mucho sobre los desmanes que se cometieron en Plaza de Mayo, retirando las piedras puestas por alguno de los familiares de las víctimas del covid. Después me fui enterando por versiones que habían sido dos personas. Pero de todas maneras, cuando preparábamos el material, cuando me muestran algo, veo que dos personas se separan de esa multitud que rodeaba el monumento.

Y proceden a hacer algo con las piedras, a retirarlas, no sé que estaban haciendo de verdad esas dos personas, porque ni siquiera eso quedaba claro. Empecé a preguntarme si estábamos seguros que esta es la imagen que motivó la crítica, por ejemplo, de Patricia Bullrich, enloquecida, tratando de decir que hubo violencia, que la gente fue cualquier cosa, que fue un verdadero desastre. Una cosa tan fea.

Yo sé que Bullrich es muy fea humanamente, pero muy fea. Ahora bien: de esa fealdad no puede salir una mentira que sea fácil de destruir. No debería. Por lo menos ellos lo hacen porque están tan cebados, son tan impunes que mienten sobre lo que uno está mirando.

Entonces le preguntaba a mi compañera si estábamos seguros de que esta es la filmación de lo que pasó. ¿No será que este es un momento en el cual no se ve todo lo que ocurrió? ¿No habrá pasado antes? Y no, esta era la imagen y la imagen con la que Clarín, La Nación, Bullrich y todos ellos hicieron un escándalo sobre la maldad de la gente en el tratamiento que le habían dado esa piedra. Piedra que por otra parte, tienen un sentido político.

"Marcha de las piedras"

Los familiares de las víctimas del covid son 2 millones de personas directamente. Cada persona toca a 15 o 20 personas en cada familia sin hablar de sus amigos, que también lo sienten como si fueran de la familia.

Por supuesto que nunca hubo semejante cantidad de personas. Siempre se trató de 500, 1000, 2000. Le regalaría que fueran 10 mil y nunca ocurrió.

Es decir, una parte muy política, muy llevada a la política de familiares que van allí, ponen la piedra. Porque esta es la manera de denunciar que fue el Gobierno.

El gobierno que salvó vidas, acusado por los miserables de haber sido responsables de la muerte cuando tuvieron que luchar a brazo partido contra los que defendían la muerte para salvar gente. Esto hicieron.

Todo cargado, todo con un tinte político muy, pero muy especial. Están allí miles y miles de personas ven eso que es político y todos ellos, cada uno de los que estaba ahí, tiene la política en el alma. La sangre que le corre por las venas es política. No van a la plaza los que no sienten la pasión por el pueblo, se quedan en su casa.

Entonces esa gente es política y no tocaron una piedra, dos mamarrachos, porque ya hay que ser un mamarracho para arruinar, darle de comer a personajes como Bullrich, detestables personajes de la política por darse el gusto de aparecer un momento en el celular.

Qué sé yo que querían caminando por las piedras. Fue triste. Dos personas motivaron todo el escándalo armado por los medios de comunicación sobre la violencia de la marcha y en la marcha declaraban el amor.