El actor Juan Yacuzzi, que interpretó a Miguel "Coqui" González en la clásica serie de finales de los noventa Cebollitas, aseguró que en la actualidad, con el registro de los celulares, la serie "no se podría hacer". Dijo que esto se debe al maltrato que había en el set de grabación.

Después de 24 años de que la ficción salió a la luz, Yacuzzi dijo, al ser consultado por cómo vivía el grupo de niños y niñas el mundo de la actuación: "Para hacerla corta, si hoy grabarámos la tira y tuviéramos celulares, con las cagadas a pedos y los gritos de los directores hoy no se podría hacer".

"Teníamos mucha presión y yo era el más grande, pero había chicos de 8 o 9 años, como Brian Caruso (que interpretaba a Gamuza), o Dalma Maradona (que hacía de Sofía Daniela). Se escuchaban muchos gritos, unas cagadas a pedos terribles, innecesariamente. Como si hubiéramos matado a alguien", dijo Yacuzzi, sobre su paso por la serie creada por Cris Morena y Carlos Nilson. Además, agregó: "Si hoy grabaras ese griterío con un celular, hay varios que no trabajarían más".

Yacuzzi relató que durante el set había algunos empleados del canal que “se volvían muy locos". Dijo que en algunas ocasiones "tiraban los papeles al piso y se re contra calentaban". "Algunos lloraban y todo", describió.

"Si llegamos a grabar Cebollitas de nuevo y Diego (Maradona) está vivo y se entera de eso, se arma un quilombo terrible. Nosotros pensábamos que era algo normal, que te equivocaras con la letra y te gritaran y te cagaran a pedos", agregó.

Puntualmente, sobre el trato hacia la hija del astro del fútbol, dijo: "A Dalma la cagaban a pedos también. Si un padre hubiese visto cómo nos gritaban, se metían a frenar eso. Te lo puede decir cualquier 'cebollita'. Yo te digo lo que viví en las grabaciones, y esto nunca se dijo por miedo a que no te llamen más".

Para finalizar, contó que con “Chiquititas” pasó algo muy parecido. Denunció que los encerraban durante horas en una sala muy pequeña: "Una vez agarraron un cuartito y nos encerraron a todos ahí. Los de Chiquititas lo llamaban “La Pecera”. Nosotros éramos chicos y queríamos jugar. Imaginate tener a 25 chicos encerrados durante horas, no sabíamos qué hacer".