En su participación en Una nueva aventura, la historiadora, periodista y presidenta del concejo deliberante de Moreno, Araceli Bellota, habló sobre una historia de amor “truculenta”, la del escritor y político radical Raúl Carlos Barón Biza y sus dos mujeres

“Dicen que la expresión de ‘tirar manteca al techo’, referida a los argentinos que iban a Europa a derrochar plata, se la deben a Barón Biza, que tenía la costumbre de enganchar los rollitos de manteca en el tenedor y usarlo de catapulta para tirarlos al techo”, comenzó Bellota, al explicar el origen burgués de este personaje excéntrico del siglo XX. 

“La cuestión es que estando en Venecia de vacaciones conoció a la actriz Myriam Stefford, se enamoraron y después de un breve romance se casaron”, continuó. Después se fueron a vivir a Argentina, donde pasaban algunas temporadas en Buenos Aires y otras en Córdoba. 

Además de ser actriz, Stefford era una aficionada a la aviación. Fue una de las primeras mujeres piloto en Argentina. Por eso Barón Biza le compró un monomotor con la intención de recorrer con él todas las provincias del país. Pero cuando todavía no habían cumplido un año de casados, el 25 de agosto de 1931, el avión que pilotaba se cayó en la provincia de San Juan, y murió.

“Mientras tanto, la política se había puesto complicada para Biza. Lo habían derrocado a Hipólito Yrigoyen y él fue perseguido durante la 'Década infame'. Se tuvo que exiliar en Montevideo. Allá se sumó a una  huelga contra los gobiernos de Argentina, Uruguay y Brasil y fue a parar a la cárcel”, relató Bellota.

Cuando salió de la cárcel inició una relación con Rosa Clotilde Sabattini, que era la hija del líder radical y gobernador de Córdoba, Mario Sabattini, veinte años menor que él, y se casaron en secreto en Montevideo.

Después del casamiento se fueron por una breve estadía a Suiza, y al volver a Argentina ”Alberto Sabattini, el hermano de Clotilde, se batió a duelo con Barón Biza. Terminaron los dos heridos de bala”.

Años más tarde, y después de estar un tiempo viviendo en Montevideo, Rosa Clotilde Sabattini volvió al país convocada por el gobierno de Arturo Frondizi para trabajar en la cartera de Educación. Por esos años ella también le pidió a Biza finalizar con el proceso de separación: allí, durante un encuentro mediado por los abogados, Biza le arrojó a Clotilde un vaso con ácido sulfúrico. “La tuvieron que trasladar al hospital, con gravísimas heridas. Al día siguiente la policía fue a detener a Biza y cuando entraron lo encontraron muerto: se había pegado un tiro en la sien”.