"Si vienen a Estados Unidos ilegalmente, serán devueltos. Su viaje no tendrá éxito y pondrán en peligro sus vidas y la de sus familias", advirtió el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkasen por la ola migratoria que llega al país.

La situación de los haitianos que huyen de su país debido a la crisis política y económica se ha transformado en una preocupación internacional. A mediados de septiembre, unos 15 mil migrantes, la mayoría de Haití, llegaron a la frontera con Texas desde diferentes puntos de México, con el propósito de solicitar asilo en Estados Unidos.

Unos días después, el gobierno estadounidense empezó a enviar aviones con migrantes a territorio haitiano y anunció una aceleración de los procesos de expulsión. Y, aunque esta decisión fue rechazara por ser "contrarias al derecho internacional" por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fines de septiembre México también se sumó las deportaciones.

En redes sociales circuló un video que capturó el momento en el que un migrante saltó desde la escalera de bordo perseguido por agentes migratorios. La filmación fue compartida por el director de Human Right Watch para las Américas, José Miguel Vivanco quién comentó: "¿Es esto lo que el gobierno de México llama retornos 'voluntarios'?".

Esta crisis migratoria llevó a que aumentaran en México un 241% las solicitudes de refugio por parte de personas provenientes de Haití. En agosto se habían registrado 18.883 solicitudes de refugio en ese país.

La situación de Haití

"Las migraciones continuarán mientras haya áreas de prosperidad en nuestro planeta al tiempo que la mayor parte de la población mundial vive en una precariedad a veces extrema, sin perspectivas de una vida mejor", manifestó el primer ministro de Haití, Ariel Henry durante la Cumbre de las Naciones Unidas en septiembre.

El país vive desde hace años una seria crisis de seguridad, con algunos territorios dominados por grupos armados, agravado por los recientes sucesos políticos y desastres naturales.

Este jueves se cumplieron tres meses desde el asesinato al presidente de Haití, Jovenel Moise por un grupo de sicarios en su residencia en Puerto Príncipe. La investigación continúa en curso y entre los principales sospechosos se encuentra el actual primer ministro y máxima autoridad del país tras el magnicidio.

El asesinato del presidente en julio profundizó la crisis institucional en la que se encuentra sumido Haití desde hace años. A esto se suma un fuerte terremoto de 7,2 grados sacudió el país, dejando más de 2.100 muertos y más de 12.000 heridos.

En total 4,4 millones de haitianos padece inseguridad alimentaria, lo que equivale al 46% de la población y se estima que 217.000 niñas y niños padecen desnutrición moderada o grave. Las autoridades alertaron que tras los recientes sucesos, entre marzo y junio de 2022 proyectan 4,6 millones de haitianos en situación de inseguridad alimentaria grave.

Además, Haití está dentro de los países que contempla el Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) que se extendió este año. El TPS es un beneficio para migrantes que ya están en Estados Unidos y que les permite vivir y trabajar legalmente de forma transitoria.

Sin embargo, este estatus no aplica para los haitianos que llegan al país actualmente, sino para quienes residían allí al 29 de julio o estuvieron físicamente allí de forma continua desde el 3 de agosto.

El canciller de México, Marcelo Ebrard explicó que los inmigrantes llegan al país “engañados” por las redes de tráfico y con información falsa. “Que ahora les digan sus dirigentes ‘vamos a Estados Unidos rápido, porque nos van a dar la residencia o nacionalidad norteamericana posiblemente’. Es un engaño monumental, eso no es cierto”, advirtió.

El recorrido de los migrantes

Esta semana, la policía de Chile desbarató una red crimina de tráfico de haitianos en una operación que comenzó en enero de 2020 a raíz de las denuncias de niños abandonados.

Luego de casi un año de investigación en conjunto con Interpol y países centroamericanos, encontraron 267 niños chilenos, de padres haitianos, varados en las fronteras. En varios casos, los menores no viajaban con sus padres porque habían sido abandonados o estos habían muerto en el camino.

A pesar de que Haití y México se encuentran a 3,170 km de distancia, miles de migrantes haitianos se ven obligados pasar primero por países como Chile, Bolivia y Brasil antes de emprender su trayecto hacia el norte.

Según el canciller mexicano, esto se debe a que “tienen condición de refugiados en esos países”.

"Vengo caminando desde Colombia, caminando entre las montañas, cruzando los ríos", declaró Daniel, un migrante entrevistado por medio El Sol de Tampico, quien asegura que ni siquiera conoce los nombres de los países centroamericanos que recorrió en las últimas semanas.

Llegar a Estados Unidos para volver a Haití

Imágenes difundidas en redes sociales y por medios mexicanos en septiembre muestran las detenciones violentas a migrantes, en su mayoría haitianos que lograron llegar a su destino cerca de la ciudad de Del Río, en la frontera de Texas con México.

El fotoperiodista Paul Ratje capturó el momento en que un agente de la Patrulla Fronteriza, montado a caballo y con un látigo en una mano, agarra la camisa de un migrante que intenta escapar.

“No me asociaré con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados y migrantes ilegales haitianos a Haití”, escribió el enviado especial del Departamento de Estado, Daniel Foote, en la carta de renuncia a dos meses de asumir el cargo.

En el texto, dirigido al secretario de Estado Antony Blinken, describe que “sumida en la pobreza y rehén del terror”, la población haitiana no “puede soportar el flujo forzado de miles de migrantes que regresan y que carecen de comida, refugio y dinero sin provocar una nueva e inevitable tragedia humana”, escribió en la nota.

Las respuestas de los gobiernos latinoamericanos

“El fenómeno migratorio requiere de un tratamiento del todo nuevo”, declaró el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en una carta a su contraparte estadounidense, Joe Biden.

Para esto, pide apoyos para ampliar a varios países de América Cenrtal programas sociales de empleo y capacitación para evitar que los migrantes salgan de sus países de origen.

El canciller brasileño, Carlos França también argumento, al medio Folha de S.Paulo, que hay que “ver cómo se pueden crear oportunidades de trabajo para ellos”, pero aseguró que para él la solución sería que Panamá y los países de Triángulo del Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) reciban parte de los haitianos.

“Por ejemplo, están de paso por Panamá, ¿cómo les va allí? Está el Triángulo del Norte, incluso se puede arreglar allí”, continuó. “No me sirve [Brasil] cerrar [el acceso a Estados Unidos]. Si cierro, el chico entra en Guyana. Si cierro Guyana, paso por Nicaragua. Si Nicaragua cierra, pasa por Guatemala ”.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), vinculada a la ONU, solicitó a Brasil recibir haitianos con niños brasileños, o que hayan pasado por el país antes de llegar a la frontera entre México y Estados Unidos. A esto, el canciller respondió: “tenemos que crear una solución educativa sostenible para esos niños haitianos, para que la próxima generación se queden en Haití”, aseguró.