Víctor Lidio Jara Martínez nació el 28 de septiembre de 1932 en San Ignacio, Chile, y este martes hubiera cumplido 89 años.

Conciencia de clase y su arte inescindido de la realidad social y política fueron, tal vez, dos de sus rasgos más predominantes y que lo llevarían a ser considerado un símbolo de la canción de protesta en toda América Latina.

Jara fue, junto a Violeta e Isabel Parra y las agrupaciones Quilapayún e Inti-Illimani, parte del movimiento Nueva Canción Chilena de renovación del folclore, que tendría su apogeo en la década del 60 y finalizaría con el derrocamiento de Salvador Allende en 1973 y la imposición de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

En su columna en Las últimas noticias, Vanesa Olivieri repasó las canciones más emblemáticas del cantautor chileno.

Te recuerdo Amanda, El cigarrito, El manifiesto, A desalambrar y El derecho a vivir en paz son algunas de las canciones que recorren desde las precarias condiciones laborales de la clase obrera hasta la propiedad privada y la apropiación de la riqueza y que pintan un paisaje sonoro de su vida.

Tras la imposición de la dictadura, Víctor Jara fue detenido junto a otros alumnos y profesores en la Universidad Técnica del Estado y luego trasladado al Estadio Chile, que había sido convertido en campo de concentración por los militares. Días después, luego de ser torurado, el 16 de septiembre de 1973 fue acribillado. Su cuerpo fue hallado en un terreno baldío cerca del Cementerio Metropolitano de Santiago, junto a otros cuatro prisioneros políticos.

Como homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre de 2003, se puso su nombre al hasta entonces Estadio Chile.