El presidente de Laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras, sostuvo que la iniciativa que la empresa farmacéutica realiza con la UMET "se enmarca dentro de la política de responsabilidad social".

La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y la empresa farmacéutica Richmond pondrán en marcha un laboratorio educativo en el que se formarán estudiantes de grado y posgrado de UMET, en un entorno adecuado y con equipamiento de primer nivel. 

Según explicaron, la creación del nuevo laboratorio será clave para los estudiantes de la licenciatura en Farmacia, carrera que fue planificada en conjunto con ADEF, el gremio que nuclea y representa a los trabajadores del sector. La especialización fue lanzada en 2019, entre otras cosas gracias al esfuerzo de cogestión de la UMET entre el Suterh y otros 60 sindicatos.

En diálogo con AM750, el presidente de Laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras, destacó que esta iniciativa "se enmarca dentro de nuestra política de responsabilidad social y de devolverle a la comunidad lo que nosotros tomamos de ella en términos de educar".

"Creemos que esto va a ser un gran aporte para los que estudian, para que puedan tener una salida laboral y aplicación industrial a todo lo que vayan viendo en la teoría", agregó.

El empresario recordó que se unió como accionista de Richmond hace 25 años y que fue convocando científicos argentinos que estaban en el exterior y "se formó un lindo grupo de trabajo que llevó a crecer al Laboratorio en patologías muy específicas".

El trabajo de Richmond en la pandemia

El trabajo en la empresa farmacéutica durante la pandemia de coronavirus, según Figueiras, estuvo "a la altura de las circunstancias" y, en ese sentido, explicó que la idea de fabricar la vacuna Sputnik V en el país surgió "a partir de un trabajo de hace seis años, cuando se lanzó la línea de biotecnología".

"A partir de la aceleración de la pandemia, nos convocaron para ir a Rusia y cerrar con el Fondo Ruso y con Gamaleya", especificó.

"Como la pandemia se aceleró, nos pidieron si podíamos solventar el proceso final de la producción, que realmente gracias a nuestra gente y con la colaboración de la industria en sí misma, se hizo posible. Hoy estamos acercándonos a los 10 millones de vacunas producidas y entregando semanalmente la segunda dosis de la vacuna que estaba queda tan necesitada por la gente", sostuvo.