Ciudadanos y ciudadanos de Berlín, la capital de Alemania, votaron a favor de que el Estado municipal lleve adelante la expropiación de 200 mil viviendas vacías en medio de una crisis inmobiliaria sin precedentes: el 80 por ciento de la población es inquilina.

Con 3.380 de 3.763 mesas escrutadas, el "sí" se impuso con el 56,5 por ciento de los votos al "no", que obtuvo un 38,8 por ciento de los sufragios. De esta manera, los votantes que se inclinaron favorablemente lograron superar el piso mínimo requerido para la validación del plebiscito - que se ubicaba en 611.900-, al obtener por el momento un total de 717.363 votos.

El referéndum se votó durante las elecciones federales que podrán fin a los 16 años de gobierno de la primera ministra Ángela Merkel. El Partido Socialdemócrata (SPD) gana con un 25,7 por ciento de apoyo, ligeramente por delante del 24,1 por ciento que consiguió la coalición de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), que cae a mínimos históricos.

Si bien la consulta no es vinculante, significa un masivo apoyo a favor de la iniciativa, la cual implicaría la compra de las viviendas expropiadas por parte del Estado con el objetivo de reducir la especulación inmobiliaria y ofrecer espacios habitacionales a precios más accesibles.

El principal objetivo de una eventual ley de expropiación sería la empresa inmobiliaria Deutsche Wohnen, que posee unas 113.000 viviendas en la ciudad, pero muchas otras empresas se verían afectadas.

Posturas

Quienes quieren que el Senado de Berlín elabore una ley que permita la compra de lo que denominan empresas inmobiliarias "privadas" y que poseen más de 3.000 viviendas, argumentan que sería compatible con la Constitución alemana en virtud del artículo 15, nunca antes utilizado, que establece que "el suelo, los recursos naturales y los medios de producción pueden ser situados bajo un régimen de propiedad colectiva o de otras formas de gestión colectiva por una ley que fije el modo y el monto de la indemnización".

De este modo, afirman que las empresas serían indemnizadas a un precio "muy inferior al valor de mercado", según el portal de la radio y televisión pública alemana Deutsche Welle. Algunos juristas, en cambio, aseguran que si el Senado de Berlín aprobara una ley así, sería objeto de varios recursos judiciales.

Por ejemplo, en abril de 2021, el Tribunal Constitucional Federal de Alemania anuló la decisión del gobierno estatal de Berlín de imponer un tope de alquileres de cinco años en la ciudad.

Jakob Hans Hien, abogado de Knauthe, una de las principales inmobiliarias de la capital, consideró que una ley de expropiación no sería aplicable en Berlín y afirmó que el objetivo de ir solo contra las empresas o particulares con 3.000 propiedades o más no tiene ninguna base jurídica.

Además, aseguró que "una indemnización 'muy por debajo del valor de mercado' sería inconstitucional" porque "las empresas no solo se verían privadas de su propiedad, sino que también sufrirían un daño económico directo".

Crisis habitacional

La crisis inmobiliaria de Berlín se agudizó en los últimos años. La ciudad que hace cinco años se perfilaba para ser la capital de Europa y se posicionaba como una de las ciudades más baratas para vivir, fue cercada por la especulación financiera y las empresas comenzaron a comprar espacios para instalar sus sedes.

Actualmente, el 80 por ciento de los berlineses alquila y se supone que entre 2017 y 2030 la ciudad necesitará al menos 200.000 nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda.

El miércoles pasado, Berlín dio un segundo paso sobre el problema y compró a las principales inmobiliarias, Deutsche Wohnen y Vonovia, 14.750 viviendas y 450 locales por 2.500 millones de euros (casi 3.000 millones de dólares), con el fin de intervenir en los precios del alquiler.

Estas propiedades serán distribuidas entre las compañías públicas de vivienda de la ciudad y se suman a otras 6.000 casas sociales que habían sido compradas en 2019 a la inmobiliaria Ado Properties.