En un comunicado oficial, el Banco Central de China declaró ilegales las transacciones financieras y actividades comerciales vinculadas a las criptomonedas por considerar que este tipo de divisa "pone en peligro seriamente los haberes de la gente", informó el organismo en un comunicado oficial.

La decisión prohíbe todas las actividades financieras vinculadas con criptomonedas, como el comercio con criptomonedas, la venta de "tokens", transacciones que involucren a derivados de criptomonedas y "recaudación de fondos ilegales".

Del mismo modo, desde la entidad detallaron que “todas las criptomonedas, incluidas Bitcoin y Ether, no son monedas fiduciarias y no pueden circular en el mercado”. Por este motivo el Bitcoin se desplomó un 4,5 por ciento durante el inicio de la jornada y el Ether también tuvo una baja significativa.

Además, relataron que la circulación de este tipo de divisas ha alterado el orden económico y financiero y generó "actividades ilegales y delictivas como los juegos de azar, la recaudación de fondos ilegal, el fraude, los esquemas piramidales y el lavado de dinero". Estas acciones ponen "en grave peligro la seguridad de la propiedad de las personas", advirtieron. 

Responsables chinos indicaron en junio que más de 1.000 personas fueron detenidas por sacar beneficio mediante actividades criminales para comprar criptomonedas.

Estados Unidos avanza hacia una regulación de las criptomonedas estables

Por su parte, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos trabaja en una regulación de las criptomonedas estables, activos digitales que mueven más de 120.000 millones de dólares en el mundo y que son las más usadas para las operaciones de compra y venta de Bitcoin, Ether y el resto de criptoactivos.

Puntualmente, según fuentes de ese Departamento, los funcionarios del Tesoro prestan especial atención a cómo se procesan y liquidan las transacciones de monedas estables -conocidas como stablecoins, por su nombre en inglés-, si eso cambia según las condiciones del mercado y si es posible que estas operaciones sean una amenaza para la estabilidad financiera.

En ese sentido, la preocupación de los funcionarios radica en que ventas generalizadas de criptoactivos puedan amenazar la estabilidad financiera ya que por su vinculación con el dinero fiduciario pueda desencadenar una crisis que pueda escalar peligrosamente rápido.