Un juzgado de Bolivia le negó este jueves a la expresidenta de facto Jeanine Áñez un recurso para poder defenderse en un juicio de responsabilidades y no ante la Justicia ordinaria por las acusaciones oficialistas de terrorismo y sedición por el golpe de Estado de 2019 en el país.

Según consignó la agencia de noticias EFE, la defensa de la exmandataria presentó un recurso de incompetencia de la Justicia ordinaria para procesar a expresidentes.

El objetivo de la presentación era que Áñez pueda afrontar una audiencia judicial de responsabilidades dentro de las acusaciones realizadas por el actual gobierno de Luis Arce y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), por la crisis de 2019, según explicó su hija Carolina Ribera a la mencionada agencia.

En ese sentido, el juzgado que trató el recurso declaró “infundada la excepción de incompetencia” que planteó la defensa de la exmandataria, indicó Ribera. Además, la hija de Añez denunció que en Bolivia “no hay una justicia imparcial”.

“La Justicia está manipulada por el MAS, por el partido de gobierno y ellos están usando a mi madre como un trofeo para dar un mensaje de miedo a todas las personas que piensan diferente y a todos los líderes opositores. Por eso es que la tienen presa y están utilizando a la Justicia como represión política”, apuntó.

A través de la cuenta de Twitter de Añez, administrada por familiares, también criticaron el rechazo. “La justicia sometida al poder. La Sala Penal 2ª de Tribunal paceño niega derecho de ex Presidenta a juicio de responsabilidades y mantiene, sin delito, su detención. Inaudito”, apuntó un mensaje publicado en las cuentas de la exmandataria.

Además, el mensaje publicado agregó: “Denuncio ante Bolivia y la comunidad internacional que soy víctima de violencia procesal y política”.

https://twitter.com/JeanineAnez/status/1441111900239007749

Áñez se encuentra detenida hace medio año y transita un proceso en su contra iniciado por el actual Gobierno acusándola de cometer los delitos de conspiración, terrorismo y sedición, entre otros, por el golpe de Estado de 2019 que puso fin a la gestión de Evo Morales.

En contrapartida, los opositores al gobierno apuntan que la crisis se produjo a raíz de un fraude electoral en beneficio del entonces presidente durante los fallidos comicios generales de ese año.