En su editorial de La Mañana, Víctor Hugo analizó las causas de la inflación y desenmascaró el entramado de los formadores de precios.

El editorial de Víctor Hugo

Cuando muy sueltos de cuerpo hablan de terminar con la inflación yo tengo la sensación de que lo dicen con una mezcla de inocencia e ignorancia de cómo son las cosas. La inflación es un tema que hace profundamente a la organización de la sociedad capitalista y sus artilugios neoliberales.

Voy a poner un ejemplo bien claro: el gobierno le puso un limite de cinco por ciento de aumento de las empresas de telecomunicación, pero las compañías dijeron que no, que querían aumentar un 20 por ciento para ganar todo lo que quisiesen. Cuando lo hacen, esto colabora con la inflación.

¿El Gobierno qué puede hacer? Sólo puede poner alguna multa. Otro recurso más enfático sería tratado como un escándalo y motivaría la participación de la Justicia, de la Sociedad Interamericana de Prensa o del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Aparecerían declaraciones de los Bolsonaro o de la Unión Europea. Cualquier cosa le puede suceder a un país cuyas leyes, está previsto, funcionan para las corporaciones y no para el pueblo.

Todo lo que puede hacer el gobierno es poner multas. Multas importantes, las máximas que le son permitidas por la ley. Pero esa ley la hicieron ellos, no este gobierno.

Vamos a imaginar que Enacom pone una multa de mil millones de pesos a estas empresas. Bueno, esa empresa estafando a la gente ya ganó por encima de lo que debía ganar. 32 mil millones de pesos en lo que va del año. 50 mil millones de pesos hasta fin de año.

Ahora traslade esto a todos los formadores de precios.

Se obliga al que vende fideos a no pasarse de tales aumentos. El señor que vende fideos está haciendo que el fideo cueste cada vez más caro. Fideos para el pueblo, fideos para ponerle al guiso. Pero los tipos quieren ganar mucho más de lo que se puede ganar.

Bueno, el señor que vende fideos lo pone más caro y el Estado lo multa. Entonces el vendedor de fideos deja de vender y genera desabastecimiento. Los diarios ponen "faltan fideos" y en la mesa efectivamente faltan fideos. Si la ley es la del mercado no hay manera de defenderse.

Todas estas empresas son el poder real. Nosotros somos los que perdemos todos los días. Estas empresas ganan cuando dicen que va a aumentar el dólar. Ganan cuando aumenta el dólar y ganan cuando ya pasó el aumento.

Es terrible lo que le sucede al trabajador respecto a los precios y los salarios con estos delincuentes que son los que fijan los precios.

¿Tenemos alguna idea de cómo dar la batalla por nuestro lado? Porque sino, lo más probable es que siempre obtendremos la derrota.