Alejandro Dolina cuenta en La Venganza Será Terrible cuáles eran los protocolos amorosos en Inglaterra victoriana de fines siglo XIX y comienzos del XX.

Las costumbres y comportamientos estaban codificados hasta tal punto que las cartas enviadas a la mujeres eran previamente leídas por su padre, las parejas no podían besarse y hasta no debían pasar demasiado tiempo con su enamorado en ausencia de toda mirada humana.