Las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) mostraron este domingo una participación de votantes del 66,21 por ciento, la más baja desde que fueron implementadas en el 2011, aunque este año la pandemia de coronavirus impuso limitantes que le dieron a los comicios un marco atípico.

En las PASO realizadas ayer, sobre un padrón de 34.385.460 electores, concurrieron a votar 22.765.590 personas, lo que constituye el 66,21 por ciento, informó hoy el Ministerio del Interior.

De todas formas, el Gobierno consideró que se trató de una "jornada electoral histórica", que se pudo materializar sin contratiempos aun con protocolos y cuidados especiales en los centros de votación, y una prueba más de que "los argentinos quieren votar", a pesar del contexto inédito.

Se trató, sin embargo, del índice más bajo desde que se implementaron las primarias obligatorias: en 2011 acudió a las urnas un 78,66 por ciento de los inscriptos, en una elección que incluía cargos ejecutivos además de los legislativos que se renuevan cada dos años.

En 2013 votó el 76.83 por ciento, sólo para cargos legislativos; mientras que en las PASO del 2015 el porcentaje de ciudadanos que emitió su sufragio fue del 74,91 por ciento, en una elección con renovación ejecutiva y parlamentaria.

En 2017, en tanto, el porcentaje de asistencia a las elecciones primarias para la contienda legislativa había sido del 72,37 por ciento; y en las últimas PASO, en 2019, se registró un 76,4 por ciento, también de cargos ejecutivos y legislativos.

En todos los casos, las elecciones generales de cada año lograron mayor adhesión de votantes que las respectivas PASO.

Así, en 2011 votó el 79,39 por ciento del padrón, en la elección que reeligió en la presidencia a Cristina Fernández de Kirchner; mientras que en las legislativas de 2013 lo hizo el 77.64 por ciento.

En 2015 lo hizo el 81,07 por ciento y en la segunda vuelta que consagró como presidente a Mauricio Macri votó el 80,77 por ciento.

En las legislativas de 2017 lo hizo el 77.61 por ciento; y en 2019, en la elección presidencial que ganó Alberto Fernández, lo hizo el 81,08 por ciento.

El número más alto de asistencia a las urnas se registró en 1983, en el contexto de la vuelta de la democracia, cuando en la victoria presidencial de Raúl Alfonsín se llegó al 85,61 por ciento del padrón.

Ya este año, en el marco de la Covid-19, se registraron menores guarismos en elecciones provinciales que adelantaron sus calendarios, respecto a la prepandemia.

El récord de ausentismo en las legislativas a nivel nacional se registró en 2001, cuando el porcentaje fue del 26 por ciento, en el marco del llamado "voto bronca", que sumó además casi un 20 por ciento de votos en blanco y nulos, tras la crisis política y económica de ese año.