Este sábado fue detenido Leandro Llaver Adaro, funcionario judicial de Mendoza, por el delito de abuso sexual y privación de la libertad en perjuicio de una niña de 12 años. El hombre la contactó por redes sociales, la llevó a su casa, donde habría cometido el abuso, y la encerró dentro de la vivienda. Recién al día siguiente la nena pudo escaparse y reunirse con su familia. 

Adaro tiene 32 años y trabaja como auxiliar en la Fiscalía Correccional. Además, es hijo del presidente del Concejo Deliberante del municipio de San Martín, el médico Daniel Llaver (UCR).

El hecho delictivo

Adaro contactó a su víctima a través de las redes sociales y la citó en el distrito de Palmira, donde consumieron bebidas alcohólicas. Luego, el victimario llevó a su casa a la niña, donde habría cometido el abuso.

Según las declaraciones de la joven, el sospechoso habría incurrido en el delito de privación de la libertad, ya que ella quiso irse del domicilio del detenido pero él no la dejó.

Recién al día siguiente la niña pudo escapar y reunirse con su madre, quien había realizado una denuncia de averiguación de paradero porque su hija no había regresado al hogar.

La investigación

Según el medio Los Andes, en la mañana del sábado una mujer encontró en la calle a la niña y ésta le contó lo ocurrido. Así, la mujer la acompañó a radicar la denuncia. La niña fue llevada a un hospital, donde se constataron lesiones de abuso sexual.

Adaro, en tanto, fue imputado por el fiscal de Violencia de Género y Delitos Sexuales Germán Hnatow por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal. Actualmente está detenido en la comisaría 12, en el Gran Mendoza, y en los próximos días será trasladado a la cárcel provincial.

El insólito descargo del padre del abusador

Por su parte, el padre de Leandro Llaver Adaro, Daniel Llaver, buscó despegarse del hecho con un insólito descargo: "es necesario contar que es un hijo que a sus 20 años me enteré de su existencia, y que en su momento me sometí a la Justicia y lo reconocí como tal. Hoy él ya es un adulto de 32 años, a quien traté de integrar a mi familia, pero nunca logré entablar un vínculo fluido personal, ni transmitirle los valores que me inculcó mi familia", explicó.

"Lamentablemente hoy en día, no tengo ningún tipo de relación con él, ni yo, ni el resto de mi familia", agregó, luego de manifestarse "muy consternado con todo lo que está sucediendo" y expresar "que, ante todo, deseo y solicito que se ajuste a derecho todos los actos que la Justicia considere necesario".

"También quiero aclarar que si bien él trabaja en el Ministerio Público Fiscal, no es abogado. Sí lo es mi otro hijo varón, que tiene su estudio en forma particular y no pertenece al Poder Judicial", añadió. Y concluyó: "Sostengo que cada persona adulta debe hacerse responsable, haciéndose cargo de los actos que realiza por sí mismo, sometiéndose a la ley, si él es culpable le debe caer todo el peso de la ley".