Al cumplirse 107 años del nacimiento de Julio Cortázar, se estrena en el cine el documental "Cortázar & Antín: cartas iluminadas" de Cinthia Rajschmir que, a partir de la correspondencia creativa entre el escritor y Manuel Antín, reconstruye la amistad transoceánica que entablaron y aborda la complejidad del compendio estético del lenguaje cinematográfico en la década del 60.

"Acercarnos al diálogo entre estas dos grandes figuras de nuestra cultura; escuchar la voz de Julio Cortázar y del siempre lucido y lúdico Manuel Antin es una alegría enorme y una experiencia inolvidable", expresó Fernando Juan Lima, conductor de La Autopista del Sur, en su recomendación semanal de cine.

https://www.youtube.com/watch?v=NQDV783c628

La relación epistolar de la que da cuenta "Cortázar & Antín: cartas iluminadas" nació a finales de la década de 1950, cuando el realizador le escribió por primera vez y con registro formal a Cortázar y cierra con las cartas del final, en las que “se sacan chispas” por las diferencias que tuvieron al momento de la escritura de “Intimidad de los parques”.

Según advierte Rajschmir, Cortázar le reclamaba al cineasta un estilo cercano a cómo concebía sus cuentos en relación a lo fantástico, mientras que Antín pretendía abordar la problemática de sus películas desde una perspectiva y lenguaje cinematográficos.

El vínculo entre ambos creció a partir de las películas. En “La cifra impar” no se conocían y, durante el rodaje, se trataban de usted.

Las cartas de Cortázar y Antín

"Estimado señor Antín: su intención de filmar un cuento mío me ha alegrado mucho y no dudo de que los resultados serán excelentes puesto que, a juzgar por los términos de su carta, coincidimos en una cierta forma de ver las cosas y de expresar esa visión", le dice el autor en la carta que abre la correspondencia.

Cortázar quedó tan contento con la película que le confesó al cineasta que el resultado lo había iluminado sobre la obra: “Entendí mi cuento gracias a vos”. Se conocieron personalmente en París en 1961 y sus parejas, Ponchi Morpurgo y Aurora Bernárdez, también se hicieron muy amigas.

“Circe” fue pura sinergia y el resultado del intercambio creativo. El vínculo excedía los límites del cine. Antin fue, curiosamente, uno de los primeros lectores de “Rayuela”.

“Él me mandó la novela para que yo la leyera antes de publicarla. La leí, me gustó mucho. Como él no tenía duplicado de la novela, le dije: La voy a publicar como mía. Lo "amenacé" con eso”, recordó el cineasta sobre aquella experiencia de primer lector durante una entrevista con Página12 en 2020.