Luego de la contundente convocatoria de organizaciones sociales y ambientalistas, que la semana pasada se movilizaron en distintos puntos del país para rechazar la autorización del trigo transgénico HB4 en Argentina, la doctora en historia, investigadora del Conicet e integrante del espacio Trigo Limpio, Cecilia Gargano, habló con Las Primeras Noticias y advirtió sobre el riesgo que implica esta variedad del cereal para la salud y el ambiente.

La HB4 es la primera variedad de trigo transgénico aprobada en el mundo. Esta variante fue desarrollada por un grupo de biólogos moleculares e investigadores argentinos, liderados por la investigadora Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL) perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y al Conicet, en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres.

La tecnología HB4 permite obtener semillas más tolerantes a la sequía minimizando las pérdidas de producción. En Argentina, su uso fue aprobada el 7 de octubre del 2020, durante la pandemia, mediante la Resolución 41/2020 de la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

"Es una variedad que, al habérsele introducido un gen proveniente del girasol, tiene más tolerancia a la sequía y pero también tiene otra característica que es la tolerancia a un herbicida que es glufosinato de amonio, que es 15 veces más tóxico que el glifosato”, dijo Gargano.

La investigadora denunció "la ausencia absoluta" de una consulta popular sobre la implementación de este trigo y dijo que en el país no se realizaron estudios sobre su toxicidad. “Nuevamente somos un laboratorio a cielo abierto”, aseveró.

"En el país hay localidades donde ya el agua no es potable por el nivel de agrotóxicos que tienen. Esto genera daños de la salud colectiva muy elevados que incluyen infancias con daños genéticos", puntualizó Gargano. En ese sentido, la especialista sostuvo que se debe dar la discusión para discutir la matriz productiva en Argentina.

Y completó: "Parte del problema es que el entramado del agronegocio está asociado a un ámbito desregulatorio. Esto hace que los organismos que tiene que comprobar que la implementación de estás tecnologías son seguros para la salud y para nuestro ambiente estén cuestionados".

Más de 1000 rechazan la siembra del trigo transgénico en Argentina

Más de 1000 científicos del Conicet y de 30 universidad públicas nacionales se expresaron en rechazo al trigo transgénico HB4. En una carta abierta al gobierno nacional, académicos de todo el país cuestionaron la nueva semilla, que impactará directamente en la mesa de los argentinos, porque el trigo es la base del pan.

“Esta autorización remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo en términos ambientales y sociales, causante principal de las pérdidas de biodiversidad, que no resuelve los problemas de la alimentación y que amenaza además la salud de nuestro pueblo confrontando la seguridad y la soberanía alimentaria”, comienza el escrito.

“Cientos de investigaciones sobre daños ambientales y sanitarios han sido publicadas en revistas científicas internacionales y muchos más testimonios y denuncias han sido impulsadas de manera sostenida por comunidades, trabajadores de la salud y movimientos sociales de nuestra región. Es indudable que el actual modelo productivo hegemónico de la agroindustria concentra capital, profundiza la desigualdad económica y social, genera el deterioro de la salud de las comunidades y de los ecosistemas y acelera la pérdida de biodiversidad, amenazando la seguridad alimentaria y dejando a su paso territorios devastados ambiental y socialmente”, afirman en el texto.