En su columna en La Casa Invita, Gabriel Cócaro recomendó el libro El Di Tella: Historia íntima de un fenómeno cultural (Paidós), del periodista, escritor y productor cultural Fernando García, quien en una rigurosa y exhaustiva investigación da cuenta de la historia de la mítica institución porteña a partir de las voces de sus protagonistas y documentos de la época.

Por el Di Tella pasaron personajes de la talla de Marta Minujín, Nacha Guevara, Andy Warhol, Umberto Eco, Julio Le Parc y músicos como los Les Luthiers y bandas como de Almendra o Manal. El Di Tella fue, sin duda, el epicentro de la vanguardia en los años 60.

Para desarrollar su investigación, García se echó mano no sólo de algunas de estas figuras y otros personajes secundarios que hicieron a la vida cultural del instituto, sino que también incorporó diarios y revistas de la época, en un verdadero trabajo arqueológico que le llevó desde los años 2007 a 2020 poder completar.

“Lo que me propuse con este libro es, en principio, dar una nueva versión de la historia del Di Tella, ya que la única que teníamos hasta ahora era del académico inglés John King , escrita a 1985 y reeditado en 2007, sin cambios. Hacía falta una mirada desde Buenos Aires sobre un fenómeno que sucedió en Buenos Aires y que sigue asombrando al mundo”, explicó el autor en diálogo con Gabriel Cócaro.

Sobre su trabajo de investigación, García contó: “Tuve que hacer un inmenso trabajo de archivo, de arqueología, prácticamente hacerle respiración boca a boca a los documentos que había en el archivo de la Universidad Di Tella, donde he encontrado cosas increíbles”.

El Di Tella nació a instancias de la Fundación Di Tella en homenaje al ingeniero y empresario ítalo-argentino Torcuato Di Tella, quien fundó la reconocida empresa Siam-Di Tella. En ese sentido, García apuntó que el el Instituto “fue algo que hicimos los argentinos”, casi como una marca registrada nacional.

“Por un lado, está el respaldo económico de Siam Di Tella, propulsado por la capacidad de consumo de la ampliación de las capas medias en los años 40 y 50. Y, finalmente, toda esa creatividad que entra en ebullición en los 60, haciendo de Buenos Aires uno de los cinco centros de vanguardia del mundo”, aseveró.