Cancillera argentina pidió la apertura de los pasos fronterizos en Afganistán donde desde el domingo se vive un clima de caos, desesperación y conflicto luego de establecerse un nuevo régimen en el país por la toma de poder de los talibanes tras 20 años de intervención militar.

"La República Argentina sigue con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán y hace un llamado a todas las partes a que se abra el diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz", comienza el comunicado en tanto que llama "a todos los actores políticos de Afganistán, en particular a aquellos que ejercen el poder, a respetar plenamente las obligaciones internacionales de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario y a restablecer de inmediato la seguridad y el orden civil".

Y agrega: "Mientras persisten circunstancias de transición deben promoverse la apertura de los pasos fronterizos de modo a permitir que aquellos que deseen partir de Afganistán puedan hacerlo y se de paso a la necesaria ayuda humanitaria".

Argentinos en Kabul

A su vez, este lunes se confirmó que hay cuatro argentinos en Kabul. "Todos están en contacto con nuestra embajada en Pakistán que es la que administra nuestros asuntos en Afganistán", informaron.

Se trata de Gilberto Velázquez Franco (ONU) que sale mañana rumbo a Kazajistán. Melisa Rolls y Rodolfo Yamila (ONG), quienes tienen pasaje comercial mañana a Estambul, que por ahora sigue vigente. Y Andrés Arévalo, piloto de ONG casado con una brasileña y con dos hijos brasileños, que saldrían hoy con otros pilotos en un avión privado rumbo a Uzbekistán. 

La situación en Afganistán

Los talibanes tomaron el control de Kabul con la entrada de sus combatientes en la capital afgana luego de que el presidente Ashraf Ghani abandonara el país para evitar "un baño de sangre. Estados Unidos tomó el control de los aeropuertos del país para evacuar a sus diplomáticos y sus aliados.

Los talibanes ya dejaron claro que no habrá un gobierno de transición en Afganistán, sino "un traspaso completo" del poder. Mientras continúa este proceso, el movimiento se comprometió a mantener el orden y la seguridad en las localidades bajo su control.

Desde la toma de control, miles de personas se agolpan en el aeropuerto de Kabul para escapar del país por temor a la persecusión por parte de los talibanes.

Los talibanes, que durante horas se habían mantenido a las afuera de Kabul y habían prometido no entrar, anunciaron al caer la noche, tras la noticia de la huida de Ghani, que iban a ingresar a la ciudad para impedir saqueos, luego de que la policía afgana abandonara las comisarías y otros puestos.

A través de la televisión estatal afgana se difundieron imágenes de combatientes que clamaban "victoria" dentro del palacio presidencial y, según precisaron tres responsables talibanes de alto rango a la agencia AFP, previamente allí mismo se había celebrado una reunión sobre la situación de la seguridad en la capital.

"Nuestro país ha sido liberado y los muyahidines (rebeldes) son victoriosos en Afganistán", exclamó un militante al canal de noticias Al Jazeera desde el palacio presidencial, mientras que el canal Al Arabiya titulaba: "Los talibanes controlan la televisión estatal en Kabul y llaman a los ciudadanos a mantener la calma".

Los miembros del movimiento islamista aseguraron que quieren evitar la violencia en la toma de la capital y propusieron negociar su acceso pacífico al poder con el consejo consejo de transición, integrado por el jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional en Afganistán, Abdullah Abdullah, y el expresidente Hamid Karzai.

Preocupación por las mujeres afganas

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, llamó a los talibanes y a todas las demás partes en Afganistán a que "ejerzan la máxima moderación" y los instó a respetar los derechos humanos.

"El secretario general está particularmente preocupado por el futuro de las mujeres y las niñas, cuyos derechos ganados con tanto esfuerzo deben ser protegidos", expresó en un comunicado la ONU, cuyo Consejo de Seguridad prevé reunirse mañana.

Cuando los talibanes gobernaron a partir de 1996, las mujeres de más de 8 años de edad tenían prohibido acudir a las escuelas y hasta esa edad solamente podían leer el Corán. También se les prohibía aparecer en público sin cubrirse todo el cuerpo con el burka y sin la compañía de un varón de su familia.