Quiero insistir con la presencia en el país del señor Jake Sullivan, consejero de Seguridad, representando al gobierno de los Estados Unidos, reunido con Alberto Fernández por la preocupación por la democracia. Es una barbaridad, y me permito imaginar que habrá fortaleza.

No importa si es Donald Trump o Joe Biden, para el exterior son lo mismo. La diferencia entre ellos es mínima, ellos son el imperio y nunca se van a manejar de una forma distinta. Es bueno que sepan que no somos gente colonizada.

Jake Sullivan está acostumbrado a que cuando visita a políticos de otros países ellos están sentados con mucha preocupación a ver qué les va a decir. Ojalá que esa genuflexión no asista al trato con Sullivan

Cuando dicen que van a ayudar en la negociación con el FMI no dicen cuál es la ayuda. Estados Unidos es culpable del préstamo, lo que hizo Trump lo hizo Estados Unidos y se lo hizo a la Argentina. 

Cuando el gobierno se roba la democracia, como querían ellos dándole 50 mil millones de dólares a Macri, es también una especie de golpe de Estado, además de lo que significa llevarse por delante la dignidad de un país. 

La visita de Jake Sullivan me resulta mortificante. Jair Bolsonaro les habló de fraude en Brasil porque ve que, si Dios quiere, va a ganar Lula. 

Sullivan viene a hacer buena letra porque a Estados Unidos le perturba la presencia de Rusia y China, que a nosotros no nos viene nada mal. 

Estados Unidos ha hecho las cosas muy mal con Argentina, el gobierno estadounidense, poderoso en el FMI, hizo prestar 50 mil millones de dólares.

¿Cómo van a ayudar, que podemos pagar en 20 años? ¿O van a ayudar de verso? Lo que quieran ayudar, van a poder, así como pudieron darle el préstamo al país. ¿Y saben lo que hicieron con la democracia en Bolivia? 

¿Por qué viene a hablar Estados Unidos de la democracia en la región? ¿Qué república quieren? ¿Qué hacen ellos con su Justicia? 

No tienen nada para enseñarnos sobre democracia, no son la cuna de la democracia, son la tragedia de la democracia en América Latina y alguien se los tiene que decir.