Ha nacido una nueva campaña. Un empresario taiwanés aparece en las tapas de la mafia mediática. El gobierno hará muy bien en aclarar enseguida porque la tapa tira a comprometer directamente a Alberto Fernández.

No se pueden dormir. El negocio en sí mismo es de tan poca monta en términos de la corrupción internacional. Eso es demostrativo de que no tienen nada por otro lado, entonces van con este tema. Pero Alberto Fernández debe salir con rapidez a desmentir esta acusación.

Perdido por perdido, la oposición mediática son capaces de reincorporar el tema corrupción a la campaña. Hasta ahora, la inmoralidad de compartir al gobierno en los temas de la pandemia no parece haber dado ningún tipo de resultado. Las encuestas los están desesperando a tal punto que salen a decirle a sus propios políticos que se unan porque si no la victoria va ser arrolladora.

Por eso es importante que el gobierno pare la andamiada de inmediato. Es importante que expliquen por qué ese taiwanés pudo hacer una sucesión de contratos. Ya se cometió muchas veces el error de dejar correr la mentira o la versión sesgada de algunos temas.

Basta con mirar los réditos que le sacaron a cada caso de corrupción de los que ahora se caen a pedazos. Cuánto sirvieron, cuanto jugo le sacaron a las mentiras. El tema se parece a un gesto de impotencia, pero sin aclaración, una vez más será exitoso. 

Miremos lo que pasó con Milagro en la causa de los huevazos. La cámara de casación anuló la condena. Una condena que fue un despropósito de los delincuenciales Borinsky, Gemignani y Hornos. ¿Pero cuánto le rindió a Gerardo Morales y a Macri todo o que hicieron contra Milagro Sala? Hasta en la última campaña el mandatario provincial usó el tema. Saben explotar estos asuntos.

Lo mismo sucedió con el memorándum, los sauces, dólar futuro, la causa de vialidad. Todo les sirve, todo les suma. La oposición mediática sale a jugar las fichas de la corrupción. Ahora le apuntan al Presidente porque con Cristina ya se cansaron a rebotar.

Para ellos, Alberto es nuevo. Si no paran el tema con rapidez desde la Casa Rosada, lo van a hacer crecer como parte fundamental de las desvaída campaña de los empleados políticos de la oposición mediática.