La corredora neerlandesa Sifan Hassan, quien ganó el domingo la medalla dorada en la especialidad, se destacó en la primera ronda de la competencia femenina de los 1.500 metros en los Juegos Olímpicos tras recuperarse de una caída y terminar en primer lugar.

Hassan, favorita en esa disciplina, corría en el pelotón de fondo en los tres cuartos de carrera, cuando todo indicaba que podría lograr avanzar unas cuantas posiciones.

Pero en su camino alguien trastabilló y hubo una sucesión de caídas, entre ellas la de la keniata Edinah Jebitok. Si bien Hassan intentó esquivarla, no lo logró y también cayó al suelo

Hassan, de 28 años y nacida en Etiopía, quedó entonces en el puesto 12°, era la última vuelta y muchos creían que la corredora dueña de cuatro récords mundiales en distancias comprendidas entre la milla y los 10.000 metros, quedaría lejos de su objetivo de subir al podio.

Entonces comenzó la épica: la atleta -quien llegó a Países Bajos con 15 años desde África- se levantó y comenzó a remontar lugares.

Así, pasó a la jamaiquina Aisha Praught-Leer y no paró mas: recuperó cinco posiciones corriendo por afuera y se mandó con decisión en busca de las que encabezaban el pelotón.

En la recta final, Hassan corrió los últimos 300 metros en 44s70 para ganar su serie (4m05s17), y con luz sobre su inmediata competidora, la australiana Jessica Hull (4m05s28), y mas lejos la tercera, la estadounidense Elinor Purrier St. Pierre (4m05s34).

Hassan dijo que en Tokio buscaría ganar las preseas de oro en 1.500, 5.000, que se adjudicó en la jornada de ayer. Le queda la carrera de los 10.000 metros. Pero la leyenda ya está en construcción.