En su columna de este lunes, Fernando Borroni analiza las candidaturas de cara a las elecciones 2021.
Ya están los nombres de los precandidatos y candidatas para las elecciones legislativas del mes de septiembre. Por supuesto que siempre deja algunas reflexiones para aportar, deja algunas dudas y por lo general mayoritariamente deja certezas.
Por un lado, es importante dejar en claro que el oficialismo logró que el proceso de unidad que comenzó en la campaña de las elecciones presidenciales, que luego condecoró Alberto Fernández y Cristina Kirchner, presidente y vicepresidenta, ha dado un extraordinario paso en este presente.
Hay algunos distritos donde hay internas y eso no quiere decir que las internas estén mal, todo lo contrario. Pero cuando hay un proceso de acuerdo de unidad previa que evita esa interna, también es una instancia de consolidación del espacio. Y esto ha pasado.
La unidad, el criterio de unidad, teniendo en cuenta que la unidad no es unanimidad, se ha consolidado en las listas, que tienen representatividad de todos los espacios que contienen el frente de todos.
Los medios se enloquecen y salen rápido a querer instalar una interna que no existe o que, en todo caso, exagera una tensión que puede existir porque es propia de la política.
Hoy titulan con los 'cruces con intendentes del peronismo por el avance de La Cámpora'. Otra vez están agitando el fantasma que llaman "La Cámpora". Se busca la lógica de la vendetta, del enojo y de que hay muchos heridos y de que todo está mal dentro del frente de gobierno.
Lo primero que hay que decir que todo cierre de listas digeridos. No hay novedad. Acá no hay noticia, por más que la quieran instaurar como tal. En todos los partidos hay digeridos. ¿Por qué? Porque en realidad siempre son muchos y muchas más las expectativas de nombres de hombres y mujeres en particular, que la posibilidad de integrar una lista con la cantidad de bancas que están en juego.
Por lo tanto, siempre van a quedar heridos, porque además todos creen y todas que están en capacidad de ocupar ese lugar y que lo merecen.
Por otra parte, no es cierto que La Cámpora se quedó con todo. ¿No es verdad? Encabeza la lista en la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz, una mujer del peronismo tradicional histórico. Pero además una mujer que ha sido de las primeras que acompañaron a Alberto cuando no estaban ni en la agenda que Alberto sea candidato a presidente.
Como tercer elemento hay que decir que si en algunas listas de la Argentina hay mayoritariamente integrantes del kirchnerismo tiene que ver por una correlación de representatividad electoral dentro del frente de Gobierno. ¿Alguien se asombra si le decimos que la fuerza electoral de este Frente de Gobierno está en el kirchnerismo y es lógico que se hace luego se representa en las listas?
Massa está representado, el kirchnerismo está representado y todo el sector que responde Alberto, los sindicatos están representados. Si el cristinismo tiene un poco más, tiene que ver con una realidad territorial y de fuerza electoral y política, no como un antojo de La Cámpora.
Lo que sí es noticia es una oposición que está partida en diez mil pedacitos, porque no son ni pedazos, son pedacitos.
Ahí sí está el conflicto. Por eso los medios buscan querer tensionar o hablarnos de una ruptura en el Frente de Todos, cuando en realidad la ruptura está en los sectores de la oposición, que, por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires van con tres listas y hay distritos en el país donde van con cuatro listas.
¿Está mal? No, no está mal. Pero ahí sí hay una división clara y es una división que tiene que ver por el cargo, porque no están disputando matices o modelo de país. Están disputando cargos porque como dijimos en más de una oportunidad, la derecha, Juntos es un solo monstruo con dos o tres cabezas.
Y lo que se están disputando es quién tiene el poder hacia adentro del espacio para disputar el 2023. Pero son lo mismo. Lo que María Eugenia Vidal te roba con un buen tono, con cara de compungida y dolor de muelas, Bullrich te lo saca a los palazos o los tiros por la espalda. Pero el objetivo que cumplen es el mismo, y esa es la interna de Juntos por el Cambio.
Comienza un proceso electoral que creo que es el más fácil de todos. Nunca estuvo más fácil, mucho más fácil en el 2015, aunque no le haya ido bien al campo nacional y popular. ¿Por qué digo que es fácil? Porque hay dos grandes frentes en la Argentina, uno que ha defendido la vida y otro que ha hecho negocio con la muerte.
Uno que cree en un estado presente, con programas sociales, con políticas de empleo, con asistencia a quienes menos tienen. Y otro que ha hecho del Estado una empresa que negocia con el sector privado. De un lado, entonces, los derechos y la mirada colectiva frente a la individualidad, la meritocracia y a sálvese quien pueda.
Son muy fáciles estas elecciones. Ojalá así lo entienda la Argentina. Es una elección que habla de la vida o de seguir haciendo negocio con la muerte. Ni más ni menos. Se cerraron las listas en una elección importantísima porque excede lo político o en todo caso, te plantea que lo político tiene que ver con lo humano. Nunca hubo una elección donde lo humano deba ser tan puesto en juego como en ésta del mes de septiembre.
