Tierra de matices la nuestra. Somos un lugar de colores intensos y de contradicciones que están a la vista. Luces y sombras, cada día y en casi cada cosa.

Este miércoles 21 de julio vino de luces, y todavía anda echando alguna resolana tibia y orgullosa, porque va quedar en la historia como el día en que cada identidad autopercibida queda reflejada en su DNI. Rompimos el molde. Ni varón, ni mujer, ni trans ni travesti, podés ser no binarie en esta patria. Había quedado una deuda, y hoy se saldó.

El Presidente que prometió ser "mujeres y mejores", hoy abrió la puerta e igualó las cosas para aquelles que se saben fuera de la lógica piba o varón, fuera de la lógica mujer o pibe. Les no binaries, las personas que se asumen fuera de la dinámica del blanco o negro, nena o nene, bueno o malo, ese modo reduccionista que domesticó nuestras vidas hasta hoy.

Un miércoles de Luces. Mañana, tal vez, nos volvamos a ocupar de las sombras.

Pero hoy, en mi patria se celebra el abrazo y el respeto, y tener un Presidente que te diga en medio de un acto público que “Hay otras identidades además de la de hombre y mujer, y deben ser respetadas”. Eso es romper todos los libros, quemar todas las encíclicas, es dar por tierra todas las estructuras históricas de construcción de identidad occidental.

Bravísimo, Alberto. Mil porotos para vos, y millones para quienes vienen reclamando su lugar y sus derechos.

Para los conserva y para la gilada, sepan que políticas así de abiertas e inclusivas en temas de identidad, en el mundo, no abundan. Alemania, Canadá, India, Estados Unidos y Argentina, y no muchos más.

Así es Argentina, llena de matices y de contrastes. Ayer los bahienses que querían de héroe nacional al genocida Roca. Hoy, un Presidente quiebra todas las convenciones y limitaciones para dar espacio a las minorías.

No se a vos, pero hay días en los que esta patria me llena de orgullo. Razones sobran, y hoy le sumo una más, tan enorme como cada vida que transforma a partir de esta política de Estado.