El exsecretario de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld falleció este miércoles en Nuevo México a los 88 años. Se trata de uno de los ideólogos de la invasión de Irak en 2003 y de la guerra de Afganistán en 2001.

"Con profunda tristeza compartimos la noticia de la muerte de Donald Rumsfeld, estadista estadounidense y devoto esposo, padre, abuelo y bisabuelo. A los 88 años, estaba rodeado de sus seres queridos en su amado Taos, Nuevo México", declaró su familia en un comunicado.

Rumsfeld se desempeñó en dos ocasiones como secretario de Defensa, la primera entre 1975 y 1977 con el expresidente Gerald Ford y luego más tarde entre 2001 y 2006 ya con George W. Bush en la Casa Blanca. Anteriormente ejerció como embajador ante la OTAN en la administración de Richard Nixon.

"La historia puede recordarlo por sus extraordinarios logros durante seis décadas de servicio público", dice el comunicado.

Rumsfeld se mostró como uno de los grandes defensores de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la invasión y de la guerra en Afganistán, donde las tropas estadounidenses siguen veinte años después a la espera de que se cierre su salida definitiva el próximo 11 de septiembre.

Durante las primeras etapas de guerra en Irak, Rumsfeld se enfrentó a las críticas de la comunidad internacional por las violaciones contra los Derechos Humanos que se cometieron contra los detenidos en la prisión iraquí de Abu Ghraib y en la de Guantánamo, en la cual, según un informe del Senado de 2008, aprobó el uso de torturas durante los interrogatorios.

El expresidente Bush recordó a Rumsfeld como "un hombre de inteligencia, integridad y energía casi inagotable", pues "nunca palideció ante decisiones difíciles, y nunca retrocedió ante la responsabilidad".

"Trajo las reformas necesarias y oportunas al Departamento de Defensa, junto con un estilo de gestión que enfatizaba el pensamiento original y la responsabilidad", indicó Bush, quien asegura que gracias a Rumsfeld Estados Unidos es hoy "más seguro".