Cada día en que Milagro Sala continúa presa es un día más en donde el poder de Gerardo Morales, Blaquier y Clarín se fortalece. Es además, la continuidad de la política inquisidora del gobierno de Mauricio Macri.  A más de 500 días del gobierno del Frente de todos todo sigue igual. A esta altura ya debemos preguntarnos por qué aunque sea una pregunta incómoda. ¿Es por imposibilidad de tomar medidas cómo intervenir la Justicia de Jujuy manejada a dedo por Morales? ¿Es falta de coraje para, en todo caso, indultar a Milagro? ¿O porque en el fondo, muchos de los que hoy forman parte de este gobierno, hace dos años atrás pedían la prisión de Milagro?.  No alcanza con que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, diga que Milagros sufre un hostigamiento permanente. Eso lo sabemos todos, no hay novedad en los dichos de Cafiero. No alcanza con que Elizabeth Gómez Alcorta diga que la Justicia debe resolver las barbaridades hechas con Milagro Sala, porque también lo sabemos hace rato.  Uno valora la buena intención de la ministra de jefe de Gabinete y por supuesto que sirve, pero hace falta bastante más. Milagro es síntesis y símbolo del kirchnerismo. Y no todo el kirchnerismo levanta la voz por Milagro.  Milagro es síntesis y símbolo de aquellos que nunca tuvieron nada y por primera vez si lo tuvieron y fueron felices. Milagro es síntesis y símbolo de más de 500 años de colonización y explotación a los pueblos originarios, pero que cuando tuvieron la oportunidad de tomar la historia de sus manos y pelearon por ello, le transformaron la vida a mucha gente.  Entonces, Milagro primero está presa injustamente por ser mujer, por ser militante social, por ser símbolo de las historia de las luchas populares. Está presa por sacar a los pobres de su lugar de pobreza y por enfrentar a un poder político vinculado al genocidio, como es la fórmula Morales Blaquier en Jujuy. Está presa por venganza. Si todas estas son definiciones de preso político, cuéntenme qué es.  Sí, durante el gobierno de Clarín y de Mauricio Macri decíamos que Milagro Sala era una presa política de Macri. Ahora que Macri no está, ¿de quién es presa política de Milagro Sala? ¿De la justicia del lawfare? ¿De la justicia del poder económico? Bien, si no hacemos nada con esto a medida que pasa el tiempo empezamos a oler a más de lo mismo. No alcanza con ser relatores del dolor que viven otros. No alcanza con la denuncia en los medios, sobre todo cuando tenés la posibilidad de transformar una realidad injusta.  Las preguntas exigen una respuesta inmediata. Milagro Sala sigue presa y a medida que pase el tiempo dejará de ser presa política de Mauricio Macri y pasará a ser presa política de un gobierno nacional y popular, por acción o por omisión.