Hace exactamente 25 años, el 16 de junio de 1996, Diego Armando Maradona fue expulsado por última vez en su carrera como futbolista profesional. El árbitro que le sacó la tarjeta roja fue ni más ni menos que el polémico Javier Castrilli.

Se trató de una expulsión histórica por varias razones: en primer lugar, por la derrota que sufrió Boca Juniors ante Vélez por 5 a 1. Y en segunda instancia, por la frase que inmortalizaría Maradona al dirigirse indignado a Castrilli

Todo ocurrió el 16 de junio de 1996 cuando se disputaba la decimotercera fecha del torneo Clausura. El conjunto xeneize visitaba a Vélez y si bien todo había comenzado bien para los dirigidos por Carlos Salvador Bilardo, que a los 15 minutos y con gol de Claudio Caniggia ya vencía 1 a 0 al Fortín, a los pocos minutos el equipo de Liniers se lo dio vuelta.

En un partido repleto de polémicas, con penales y faltas, cuando terminó el primer tiempo el equipo Xeneize se le fue al humo a Castrilli, que entre otras cosas había expulsado a un jugador de Boca y había cobrado un gol inválido. 

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El mayor reproche, naturalmente, vino de la mano del astro del fútbol mundial: Diego Maradona le apuntó por los incidentes y Castrilli le sacó la tarjeta roja y lo acusó de incitar a la violencia, según contó años después en una entrevista.

¿Maestro, usted está muerto? No está muerto. Explíqueme, por favor se lo pido”.

Diego Armando Maradona

Pero el asunto no quedó ahí. Furioso, cuando se retiraba al vestuario por el túnel, Maradona cambió su destino, se acercó a la popular para calmar a los hinchas, regresó al centro del campo de juego y le exigió explicaciones a Castrilli.

A mí no me dijo nada. La gente no se va a comer este garrón”, disparó Diego. Y cuando llegó a estar cara a cara con Castrilli, aseguró: “Soy jugador, tranquilo. Explíqueme ¿por qué? ¿Maestro, usted está muerto? No está muerto. Explíqueme, por favor se lo pido”.

Ante la insistencia de “hablar como hombres, como seres humanos”, Castrilli jamás le contestó. Fiel a su estilo, el árbitro se mantuvo en silencio y con cara seria, hasta que fue el propio “Mono” Navarro Montoya quien le insistió a Maradona: “Vamos, no te va a contestar”.

“Si no me va a contestar es un botón”, disparó Maradona.