En la última aparición de Cristina Kirchner, junto al gobernador de la provincia, Axel Kicillof, no solamente la vicepresidenta dejó en claro su mirada y su concepto sobre la libertad sino que además habló de la profunda necesidad de pensar en una reforma del sistema de salud.  Cristina habló de pensar en un nuevo vínculo entre las obras sociales, la medicina prepaga y la salud pública. Por supuesto que es una discusión que siempre es importante dar. Hay mucho que modificar en ese aspecto y siempre es sano para toda sociedad repensar su sistema, sus instituciones, sus estructuras.  Automáticamente, la oposición, cuando escuchó a la vicepresidenta hacer esta valoración, salió rápidamente a criticarla con el mismo recurso de siempre.  El periodista premiado por el genocida Antonio Bussi, Joaquín Morales Solá, dijo ayer en su programa televisivo que iba a ser La Cámpora los que iban a manejar toda la medicina si avanzaba el proyecto que propone Cristina Kirchner.  ¿Increíble, no? O mejor dicho, ya no sorprende que un periodista acuse a La Cámpora de querer quedarse con la salud de los argentinos y las argentinas.  Otra vez los viejos fantasmas y los viejos enemigos del pueblo. Por supuesto se trata de Enemigos instalados por el discurso del poder dominante para instalar el miedo en la sociedad. Otra vez utilizan el recurso de la acusación para censurar todo tipo de discusión y de debate antes de que este empiece.  "La Cámpora quiere manejar la salud de los argentinos. Usted querría que su salud esté en manos de La Cámpora. Seguro que no. Entonces paremos con esto ya de inmediato, antes siquiera de que se empiece a hablar. La reforma judicial es para garantizar la impunidad de Cristina. La ley de Emergencia Covid es para darle superpoderes a Alberto Fernández. La ley de Medios es para cerrar TN". ¿Se acuerdan de estos discursos? El mismo recurso de siempre. Todo es una amenaza. Todo es un peligro latente. "Indígnese, proteste e impida que esto suceda. No pregunte de qué tratan los proyectos y qué ventajas pueden tener si la necesidad en la sociedad es tal. Usted repita La Cámpora quiere quedarse con todo. Cristina Kirchner quiere ser impune. Alberto Fernández quiere un gobierno autoritario. Repita, repita. Y el resto cállelo".  Esta es otra faceta del poder de los medios de comunicación. Censurar y cerrar toda discusión. Robarle a la sociedad la posibilidad de que se piense. Robarle la posibilidad de la reflexión, de la superación. Clausurar el pensar que al fin y al cabo, en ese camino clausurar al otro y a la otra.  Así vivimos. Muchos argentinos así viven. Qué lástima que muchos no puedan pensar por sí mismos. No puedan reflexionar a partir de lo que ven y de lo que viven. Porque al fin y al cabo de eso se trata, ¿no? Lo que ellos quieren es pensar y hablar con tu cabeza y con tu boca sin que nadie se dé cuenta. Hoy en día la oposición mediática al gobierno de Alberto Fernández, que lo fue a todo gobierno popular, por supuesto también al de Cristina Kirchner, tiene la lógica de clausurar el pensamiento, clausurar la mirada distinta, clausurar las discusiones.