La exprocuradora Alejandra Gils Carbó denunció hoy ser víctima "de un apriete mafioso" y contó que justo el día que tenía que prestar declaración sobre la extorsión sufrida durante el gobierno de Cambiemos le notificaron que elevaban a juicio “una causa armada” al referirse a la compra de un edificio en la calle Perón al 600 como nueva sede del Ministerio Público.

”Es como un apriete mafioso. Me quieren recordar que tienen poder y que pueden ejercer violencia contra mí”, dijo Gils Carbó en comunicación con Toma y Daca. “Sabían que iba a declarar sobre la Mesa Judicial y me elevaron a juicio para que tenga cuidado sobre lo que iba a decir”, agregó.

La extitular del Ministerio Público Fiscal declaró el martes pasado como testigo en el marco de la causa en la que se investigan las presiones de la denominada "mesa judicial" de Juntos por el Cambio sobre jueces y fiscales no alineados con la Casa Rosada durante el gobierno de Macri. En ese marco Gils Carbó acusó al expresidente Mauricio Macri de haber ejercido violencia en su contra desde el aparato del Estado para obtener su renuncia.

Las presiones del Macrismo

“El fiscal Picardi me preguntó si yo había sido perseguida y le narré lo que me pasó durante una hora y media. Fueron años de persecución con altos grados de violencia. El mayor grado de violencia fue haber involucrado a mis hijas”, contó la exprocuradora en AM750.

En ese sentido, la Gils Carbó recordó que el asesor judicial de Mauricio Macri, Fabián "Pepín" Rodríguez Simón le dijo al fiscal Gabriel De Vedia que si no renunciaba sus hijas iban a ir presas. "Ese fue el tiro de gracia en mi caso. Bonadío estaba a cargo de la causa de mis hijas, por eso era verosímil que las pudieran detener”.

“El de Macri fue un Gobierno autoritario porque persiguió a opositores mientras aplicaba políticas económicas pauperizaban a la clase media. El macrismo tenía un plan en el que era importante manejar el Ministerio Público Fiscal. Al menos no querían que yo fuera la cabeza de ese organismo”, expresó Gils Carbó.