Ricardo Emanuel Papadopulos, el hombre que atropelló y mató a un niño de cinco años en el barrio porteño de Flores en diciembre del año pasado, declaró ayer por la mañana en la sexta audiencia del juicio y dijo "nunca" vio a la señora y al nene, afirmó que no quiso matar a nadie y le pidió disculpas a la familia de las víctimas.

"No soy un asesino, le pido disculpas a la familia", manifestó Papadopulos ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 15 de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la plataforma Zoom ya que se encuentra detenido en la sede de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.

"Le pido disculpas a la familia si me lo permite señor juez, no soy un asesino. No soy mala persona y nunca quise hacerle daño a nadie, también tengo dos nenes y sé el dolor de ellos, es muy fuerte esto", agregó el acusado.

Quebrado por el llanto, Papadopulos dijo que no puede dormir por las noches y que el accidente cambió su vida por completo. "Yo se que no voy a ser el mismo, siempre voy a tener la imagen del nene en mi cabeza", expresó.

La sentencia del juicio se conocerá en los primeros días de julio. 

Relato del hecho

El imputado hizo un relato de lo sucedido a las 23.02 del jueves 17 de diciembre pasado, cuando Débora Agosti y su hijo cruzaban la avenida San Pedrito, en la esquina con Directorio, y fueron atropellados por un Volkswagen Golf GTI blanco.

"Yo siempre viví con mis papás. Siempre trabajé, me congregaba en una iglesia cristiana y grababa música cristiana con mi familia. Era una persona normal, estos últimos meses vivía con mi mamá que está enferma de cáncer, para ayudarla y acompañarla, hasta que la noche del accidente que me llamó un amigo para ir a cenar", comenzó su relato.

"Pasé a buscar a mi amigo Valentín González por Emilio Castro y Guardia Nacional. Tomé la avenida Directorio hacia el lado del centro, pasando los semáforos normalmente, a una velocidad tranquila, y respetando los semáforos. Yo no venía corriendo con nadie".

"Antes de llegar a Directorio y San Pedrito, bajo la velocidad para que me dé tiempo al verde, me pongo de la derecha donde no había autos, para seguir con mi marcha, y cuando se pone en verde y apareció un camión. No pude ver nada hacia adelante, me sacó la visión y cuando pasó el camión me encontré con la señora en mi parabrisas. No tuve tiempo de frenar y jamás me imagine que iba a pasar un camión en rojo y que del otro lado iba a estar una persona", precisó.

Luego, el acusado reiteró "yo jamás imagine que iba a estar la señora", y luego aseguró "no me dio tiempo de frenar, lo que pude hacer fue pegar un volantazo para salir de la situación, pero no me dieron los tiempos".

"Cuando pasó el accidente no podía creer lo que había pasado, tuvo mucho miedo y me fui al garaje a guardar el auto y me escondí hasta que me entregué. Me sentí muy mal, tenía mucha angustia. Al día siguiente me entero que falleció la criatura y más miedo me dio. No podía reaccionar. No podía creer lo sucedido, y no me entregue por eso. Tuve la intención de suicidarme y no tuve coraje", añadió.