El presidente Alberto Fernández participó del acto de la ciudad bonaerense de Mercedes en el que se realizó la puesta en marcha de obras de infraestructura para generar 30.000 lotes con servicios. Además, buscan garantizar la entrega de 11.800 créditos para la construcción de la primera casa en esos espacios para familias de todo el país, con una inversión total de 77.200 millones de pesos.
En este sentido y en relación a la pandemia, explicó: “Tenemos preocupación por algunos lugares del interior del país donde la pandemia está exhibiendo una voracidad tremenda que no podemos mirar desde afuera sin ayudar en las provincias que lo están padeciendo".
Y agregó que la pandemia no se terminó, que está presente, sigue entre nosotros y está lejos de estar terminada.
"Estamos en plena batalla. La vacuna ayuda mucho, pero no hace todo", Alberto Fernández.

Nuevas variantes de Covid-19

El mandatario comentó que el Gobierno Nacional ya analiza medidas y recaudos a tomar para que la nueva cepa de la India no entre en Argentina y arruine todo el trabajo que realizaron hasta hoy. En tanto, indicó que como comunidad debe haber un cuidado exhaustivo, impidiendo que las cepas nuevas penetren fronteras y contagien más argentinos. "Estamos pensando que a la pandemia la vamos a vencer y estoy seguro de eso, de que vamos a salir adelante", agregó.

Plan Nacional de Suelo

El Plan Nacional de Suelo financia obras para crear lotes con servicios con el objetivo de ampliar el acceso de la población a tierra urbanizada. Del acto en Mercedes participaron el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, autoridades nacionales y provinciales, y casi 30 intendentes de partidos bonaerenses. Fernández llamó a "rescatar el sentido del Estado, que siempre aparece moderando las desigualdades". Y concluyó observando que las cosas no solo se deciden por voluntad del mercado, sino solo si el Estado está presente. Por último, cuestionó la actitud del gobierno de Mauricio Macri ya que no entregó viviendas que estaban construidas. Lo catalogó como "éticamente imperdonable".