Tras varios ensayos clínicos, se confirmó este martes que administrar una segunda dosis de la vacuna Pfizer contra el Covid-19 a personas que ya habían recibido la de AstraZeneca es seguro y eficaz y, además, no conlleva efectos secundarios de importancia.

Luego que la vacunación en adultos mayores de 60 años con la vacuna de AstraZeneca se había interrumpido por casos de problemas tromboembólicos asociados a su administración, el Instituto Carlos III comenzó en abril pasado el estudio CombiVacs en el cual se inocularon a 600 voluntarios con otras vacunas contra el coronavirus para ver los resultados.

Finalmente, se pudo constatar que el fármaco de Pfizer/BioNTech se puede administrar como una segunda dosis y no conlleva riesgos de importancia.

"Los resultados de hoy avalan poder vacunar a las personas que hayan recibido una primera dosis de AstraZeneca con otra vacuna de Pfizer, pero la decisión no corresponde a los investigadores de este estudio", señaló al respecto, en rueda de prensa Jesús Antonio Frías, coordinador de la Red de Investigación Clínica del Instituto de Salud Carlos III y jefe del servicio de Farmacología Clínica del Hospital de La Paz de Madrid.

Para el ensayo, los investigadores reclutaron a 678 personas que habían recibido una dosis de AstraZeneca y no habían estado infectados de coronavirus.

De esa cifra, 442 fueron incluidos aleatoriamente en el grupo experimental y recibieron la vacuna de Pfizer entre ocho y 12 semanas después de la primera dosis de AstraZeneca. Otras 221 formaron parte del grupo control y no recibieron ninguna vacuna.

Según los datos presentados luego del ensayo clínico, la administración de una dosis de refuerzo de Pfizer tras una primera dosis con AstraZeneca es segura, eficaz y ofrece buenos niveles de protección, subrayaron los investigadores.

El efecto secundario más frecuente fue el dolor en el punto de inyección -un 88% de los participantes-, un 40% manifestó también malestar general y cefalea, un 25% escalofríos y sólo un 2,5% indicó haber padecido fiebre. 

En el mismo sentido, ningún voluntario tuvo que ser hospitalizado y estos  síntomas no se mantuvieron más allá del tercer día tras la vacunación.

Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Oxford publicado en la revista científica The Lancet, llegó a la conclusión que la combinación de diferentes tipos de vacunas contra el Covid-19 aumenta el riesgo de sufrir efectos secundarios -como fatiga o fiebre-, aunque por lo general son leves.

En este contexto, ya hay varios países que han optado por combinar diferentes vacunas, como por ejemplo Francia, Suecia y Finlandia, en donde quienes hayan recibido una primera dosis de AstraZeneca,  se le administra una dosis de refuerzo de las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna); aún así, solo el ensayo del Instituto Carlos III ha reunido datos fehacientes hasta el momento de estas combinaciones.