El dirigente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Juan Grabois, expresó su malestar en relación a algunas de las últimas medidas del gobierno en materia social y reiteró sus críticas a la Tarjeta Alimentar, a la que calificó días atrás como “una política implementada en forma estúpida”

Si bien Grabois aclaró que celebra y acompaña los anuncios del día viernes del Presidente en cuanto a una expansión del gasto social, aseguró que las diferencias tienen que ver con la orientación de las políticas públicas.

“El asistencialismo es un círculo vicioso y una perversión de la doctrina de la justicia social. Siempre terminamos en un pozo más grande que el anterior de familias asistidas desde una perspectiva de caridad. Hay que priorizar y poner el trabajo en el centro de todas las políticas públicas”, aseveró.

En esa línea, remarcó que la Tarjeta Alimentar “es una política estúpida” y que implementar esa política asistencial de manera correcta supone transferir los montos a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH). “Hacer un plástico nuevo tiene muchísimas desventajas, sobre todo económicas, salvo si algún funcionario vanidoso quiere tener su propia tarjeta y no utilizar la tarjeta que inauguró el gobierno de Cristina Fernández”, apuntó.

Grabois explicó que el principal inconveniente de la Tarjeta Alimentar -impulsada según el dirigente por un grupo de funcionarios “que tienen poca calle y base social y que toman decisiones que no le consultan absolutamente a nadie”- es que propicia la concentración del sistema financiero, entre comisiones bancarias y procesadoras de pago como Mercado Pago.

“Esto genera un problema económico real de concentración, genera un patrón de consumo que es mucho peor al que se utiliza cuando la gente puede disponer de su dinero como en la Asignación Universal por Hijo (AUH)”, puntualizó el dirigente.