En su columna de Humor en Toma Y Daca, Julián Elencwajg reflexionó sobre el fallo de la Corte Suprema y las clases presenciales. 

Es lindo ir a la escuela y aprender con las ventanas abiertas para que circule el aire frío del otoño que los mantiene un poco congeladitos y bien despiertos para aprender, ¿no? Fíjense cómo los países del norte de Europa, que son los más desarrollados, son también los más fríos.

Si en invierno las aulas siguen con las ventanas abiertas para respetar el protocolo, van a poder sentir que están teniendo clases en algún país escandinavo, pero sin un Estado de Bienestar, ni un PBI altísimo, ni docentes con
un sueldo acorde a la importancia de su función, ni nada que se parezca a las condiciones de vida de Dinamarca Islandia, Noruega o Suecia más que las bajas temperaturas. ¡Pero por algo se empieza!

Es probable que permitir que ustedes, chiques, estudien con frío, sirva para que en Argentina deje de haber un régimen populista y se instaure una socialdemocracia sueca acompañada por una escena de black metal noruego. No
tengo pruebas, pero no tengo dudas de que así será, aunque no descarto la posibilidad de que haya un sincretismo entre la cultura escandinava y la argentina y nazca el populismo sueco con discursos demagógicos musicalizados con los grandes éxitos de ABBA, Roxette y The Cardigans, lo que no estaría tan mal…

¿Notan los beneficios del fallo de la Corte Suprema que protegió la autonomía de la Ciudad Autonomísima de Buenos Aires y permitió que los colegios porteños sigan abiertos y haya clases presenciales? Las aulas con las ventanas abiertas en pleno invierno serán el caldo de cultivo pandémico de dónde
surgirá el populismo sueco.

Si el presidente Alberto Fernández habló de “Juan Domingo Biden”, este pedagogo de fuste que les está dando cátedra, chiques, tiene derecho a fantasear con una cruza entre Olof Palme y Eva Perón que lidere al populismo sueco en Argentina. Habría que definir si queda mejor “Olof Perón” o “Eva Palme” cuando llegue el momento, si es que llega. Confío en que así será gracias al accionar de la Corte Suprema, el tribunal que se encarga de hacer justicia y gobernar el país.