La escritora Mariana Enriquez, periodista y directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes, es una de las seis finalistas en la "short list" del Booker Prize por su libro de cuentos Los peligros de fumar en la cama. En diálogo con AM750 contó sobre sus proyectos, la pandemia y cómo trabaja en este contexto. "Hay un dilema a la hora de escribir que tiene que ver con la clase, la subjetividad y el punto de vista", reflexionó.

Enriquez, quien el año pasado publico su novela Nuestra parte de noche, un libro de casi 700 páginas que relata una historia que tiene dictadura, sectas, brujería y mundos secretos y que ganó el 37° Premio Herralde de Novela, fue elegida en el 2020 como directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes, una de las encargadas de decidir las becas a los escritores emergentes. "Justo estoy con uno de una chica que quiere escribir sobre empleadas domésticas, me parece genial".

"Me gustaría trabajar mucho menos. Trabajo mucho y con la pandemia estoy super desorganizada. Teletrabajo, lo cual me viene salvando de exponerme de un montón de cosas que agradezco pero al mismo tiempo estás disponible 24 horas", detalló en diálogo con Pasajera en Trance.

Enriquez, que no considera como un trabajo a la escritura, explicó que si bien "da trabajo a lo que escribimos, no es lo mismo que el trabajo". "No es que no sea trabajoso, no es que no emplee tiempo pero hay algo que es distinto". "En literatura trabajo de mañana por lo general, uso mucho la mañana", agregó.

Además, contó que está por reeditar Alguien camina sobre tu tumba, su libro de crónicas de 2014, que recopila sus visitas a cementerios de diferentes ciudades del mundo. Una crónica de viajes exquisita que incluye su pasión por lo oscuro. "Este año terminé y amplié ese libro sobre cementerios Es el de siempre pero ampliado".

"Debería terminar un texto de un libro ilustrado pero no tiene nada que ver con mi onda. Son dibujos muy particulares, muy fetichistas y sensuales, donde hago un texto que no es lineal sino impresiones de los dibujos", adelantó.

También, contó que en este contexto la ayudó estar dispersa. "Es un momento de super incertidumbre y me salió la dispersión" aunque "el desconectar de la información me parece un concepto super raro, estoy acostumbrada. Es natural para mi estar informándome tiene que ver con una vida puesta ah. Yo siempre estoy pendiente". 

La inspiración para un terror "realista"

"Como escritora en los últimos años casi que me dediqué a escribir ficción de género pero muy realista. Con una visión regional o local, que tenga que ver con la realidad", explicó.

Además, le recomendó a los nuevos lectores que no la conocen, que si tuvieran que comenzar a leerla "empezaría por Las cosas que perdimos en el fuego, si te gustaron, te gusto yo; y si no te gusta, son cuentos. Hay gente que empezó por Nuestra Parte de Noche y le gustó, cada lector es un mundo".

Sobre los desafíos de encarar una historia de terror en este contexto de pandemia, que supera cualquier guion, Enriquez relató que se le presenta un problema con esta realidad:  "Me parece muy concreto todo lo que pasa, tiene hechos concretos y tangibles. Tengo una sensación tan lejana a la idea esta de lo apocalíptico. Me pasa lo mismo con Chernobyl, no es nada apocalíptico".

"El periodismo está en muy mal estado. Es necesario que haya gente que pueda estar escribiendo crónicas, en vez de tanta gente opinando de cosas".