Hoy día como hoy pero de 1989 moría en Argentina el actor estadounidense Armando Joseph Catalano, conocido artísticamente como Guy Williams, quien alcanzó la fama mundial tras encarnar a El Zorro en la serie homónima de Disney.

"¿Quién no ha pasado horas y horas frente a la televisión viendo el zorro?", preguntó Adrián Stoppelman en un pequeño homenaje que le rindió a Williams en La Mañana

"El éxito que ha tenido la serie fue muy extraño. En una serie que tiene algo muy raro: A pesar de ser una producción de Disney, el zorro no es un héroes norteamericano sino un criollo que combate al imperio español. El zorro peleaba contra los virreyes y los recaudadores de impuesto del estado español", recordó Stoppelman.

La vida de El Zorro

Armando Joseph Catalano nació en Manhattan el 14 de enero de 1924. En su juventud trabajó como soldador, tenedor de libros, inspector de partes de aviones, y vendedor en el departamento de maletas de Wanamakers, hasta que, luego de enviar sus fotos  a una agencia de modelos encontró un relativo éxito en la prensa gráfica.

Sus fotos comenzaron a aparecer en revistas, periódicos, y cubiertas de libros, propagandas comerciales.

Cuando un director se negó a aceptarlo por su aspecto latino, su agente, en ese momento Henry Wilson, le cambió el nombre de Armand Catalano al de Guy Williams.

En 1946 (a los 22 años de edad) consiguió un contrato por un año de la MGM, y se mudó a Hollywood. Sólo interpretó pequeños papeles, y al finalizar el período volvió a Nueva York.

En 1948, para hacer un comercial de cigarrillos, Guy Williams hizo un extenso viaje de filmación, donde debía esquiar acompañado de Janice Cooper, una hermosa modelo publicitaria de Powers.

Durante las largas sesiones fotográficas se enamoraron y se casaron apenas volvieron a Nueva York.

Williams tuvo que pasar casi una década para recibir la gran oportunidad de su vida. En 1956 el actor recibió el llamado de Disney para protagonizar la serie El Zorro. Este papel le granjeó una gran fama como héroe romántico y espadachín.

La serie duró dos años y su éxito fue mundial. Luego, Williams tuvo otros trabajos en Hollywood pero ninguno con la relevancia de El Zorro.

"No hay dudas de que la serie ha sido la gran experiencia de mi vida, pero el Zorro es un papel que amo y odio. No fue para lo que me preparé como actor. No me asusta que me encasillen con él porque me ha traído muchísimo placer y muchas alegrías. Además no puedo negarlo, tener un papel tan icónico también paga las cuentas", dijo.

Su amor por Argentina 

El 2 de enero de 1968, comenzó en Canal 13 la primera emisión de El Zorro, con un gran éxito. En 1970, en las jugueterías y los kioscos de todas las provincias de Argentina se vendían muñequitos, disfraces y toda clase de objetos relativos a la serie.

En 1973 el canal tuvo la idea de presentar a Guy Williams, con la idea de hacer un programa especial y hacerlo participar en varios programas para niños.

La llegada al Aeropuerto de Ezeiza, el domingo 1 de abril de 1973 fue apoteósica. Varios miles de niños con sus padres saludaron al actor. Guy accedió a disfrazarse de El Zorro en varios programas de Canal 13 y a hacer una pequeña exhibición de esgrima en el programa Teleshow.

Tras esta visita, el actor estadounidense se enamoró profundamente de Argentina. Tal es así que visitó el país en varias oportunidades e incluso se compró un departamento en Recoleta. 

Su muerte

En abril de 1989, a sus 65 años, Williams murió repentinamente en su departamento de Recoleta.

El 6 de mayo, sus vecinos, que habían advertido su ausencia, llamaron a la policía. Ese mismo día, los efectivos forzaron la puerta de su departamento hallando su cuerpo sin vida del actor. Había sufrido un aneurisma cerebral, mientras estaba solo en su apartamento de la calle Ayacucho 1964, y no sobrevivió. 

Gracias a los esfuerzos de su amigo, el actor Fernando Lúpiz, sus restos quedaron dos años en el panteón de la Asociación Argentina de Actores (a pesar de la regla de que es sólo para actores argentinos).

En 1991 su hijo Steve recibió sus cenizas en California y cumplió el deseo de su padre de que fueran esparcidas en las montañas de California, en la playa de Malibú y en el océano Pacífico.