Los fabricantes de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, denunciaron este martes la decisión política del gobierno brasileño de no autorizar la importación del fármaco. En tanto, Brasil sigue con escasez de vacunas y casi 30.000 casos diarios. Brasil ya contabilizó más de 390.000 fallecidos y, según las proyecciones, se espera que se llegue a los 400.000 esta semana.

La situación sanitaria

En el país ya se han vacunado a 7,3 millones de personas con la primera dosis y 11,6 millones con la segunda. El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, reconoció este lunes que "hay retrasos en la vacunación". Además, exhortó a la población a no acudir a la Justicia para acelerar los procesos ya que, de hacerlo, sumarán dificultades al proceso y "no habrá dosis para todos". El organismo aseguró que no aceptará el inoculante ruso "hasta que sean presentados datos para responder a las fallas identificadas" pese a que la Sputnik V ya fue aprobada en más de 61 países, entre ellos la Argentina, y que la prestigiosa revista científica The Lancet haya publicado en enero un nuevo informe en el que confirma su efectividad de 91,6%. El 6 de abril, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, llamaba a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para acordar la compra de la Sputnik V. Fue luego de que el FMI instara a Bolsonaro a acelerar la campaña de vacunación contra el Covid-19 y así impulsar la reactivación económica.

La respuesta de los creadores de la vacuna

Los responsables del fármaco ruso desmintieron los argumentos de Anvisa por incorrectos y apuntaron que la decisión brasileña de retrasar la aprobación de esa vacuna podría tener motivaciones políticas. En la cuenta de Twitter de la vacuna rusa, detallaron: "Los retrasos de Anvisa (la agencia reguladora sanitaria de Brasil) en la aprobación de Sputnik V son lamentablemente de orden político y no tienen nada que ver con el acceso a la información o con aspectos científicos". Y agregaron que el ministerio de Salud de Estados Unidos, en su informe anual de 2020 hace varios meses, declaró públicamente que el agregado sanitario de Estados Unidos 'había convencido a Brasil de rechazar la vacuna rusa".

La vacunación en Brasil

En un intento de agilizar sus planes de vacunación, una decena estados del norte y noreste de Brasil firmaron contratos con el Fondo Soberano Ruso (RDIF), que financió el desarrollo de la Sputnik V, para adquirir más de 30 millones de dosis. El gobierno federal brasileño también adquirió otros 10 millones. Los cinco directores de la Anvisa siguieron la recomendación del área técnica del organismo, la cual señaló varias "incertidumbres" en relación a la seguridad y eficacia del inmunizante, aunque no fue aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ni la FDA de Estados Unidos. El presidente de la Anvisa, Antonio Barra Torres, indicó que el fabricante ruso no entregó el informe técnico completo del inmunizante. El mismo, carece de aprobación en Japón, Europa y Estados Unidos, países que en este tipo de situaciones avalarían automáticamente la aprobación de cualquier medicamento en Brasil. El portavoz del Kremlim, Dmitri Peskov, dijo ante la prensa: "Seguiremos adelante con nuestros contactos. Si falta información, será suministrada. No debería haber ninguna duda al respecto". "Se han reunido muchos datos que indican que se trata de la vacuna más eficaz del mundo y la más fiable", afirmó Peskov. La vacuna Sputnik V se administra en otros países además de Rusia, como México, Argentina o Venezuela. Según el instituto ruso Gamaleïa, que creó la vacuna, ha sido autorizada en más de 60 países. En febrero, la prestigiosa revista médica The Lancet, informó que su eficacia era del 91,6%, un dato que disipó las dudas sobre su fiabilidad.