Este 19 de abril se cumplen 30 años del crimen de Walter Bulacio, el joven de 17 años detenido en una razzia que encomendó la Seccional 35ª entre los asistentes del recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en el Estadio Obras. Murió el 26 de abril de 1991, a causa de los golpes que le dio la Policía durante la noche que pasó en la comisaría. En esa razzia se combinó el servicio de la policía adicional contratada por la organización del recital en el Estadio de Obras Sanitarias, con el personal de la comisaría 35ª del barrio de Núñez. Esa noche fueron detenidas 73 personas, entre ellas, menores de edad que estaban caminando en la calle más allá de la asistencia al recital. El personal policial obró por encima de la Ley de Patronato de Menores, que prohíbe la detención de menores sin la intervención de un juez competente. Además, se aplicó el procedimiento “Memorándum 40” para convertir al comisario en juez, y así poder retener en la comisaría a los jóvenes bajo la figura de averiguación de antecedentes. Al día siguiente del concierto, Walter Bulacio se presentó en el Hospital Pirovano con un cuadro neurológico de origen traumático. Una semana después, Bulacio murió en el Sanatorio Mitre.

El caso Walter Bulacio

El caso fue presentado ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, la cual el 18 de septiembre de 2003 dictó sentencia, señalando que el procedimiento de las razzias es incompatible con el respeto a los derechos fundamentales, así como la presunción de inocencia y la falta de aviso a los encargados del menor. En tanto, consideró que el delito del que fue víctima Walter fue un crimen de Estado imprescriptible, al tratarse de un crimen policial. La Corte Suprema Argentina dictó el fallo el 23 de diciembre de 2004 y defendió el derecho al debido proceso del comisario Miguel Ángel Espósito. Por otro lado, no repuso a la familia como querellante, ni ordenó la revisión de las normas y prácticas que habilitan detenciones arbitrarias, ni tampoco reconoció el carácter de crimen de Estado. Lo único que se trató fue la privación ilegítima de libertad contra Bulacio, sin contemplar la tortura seguida de muerte, condenándolo así a de tres años de prisión “en suspenso”, sin aplicación efectiva. "NI OLVIDO NI PERDÓN", así recordaron al jóven el pasado sábado 17 de abril, durante el recital vía streaming a cargo de la banda del Indio Solari, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que brindaron desde Villa Epecuén.