En su columna en La Mañana, Fernando Borroni reflexionó sobre los "lugares comunes" de la política y la comunicación del poder dominante. Para el periodista, en los medios de comunicación "los odiadores de turno ponen las cartas sobre la mesa y nosotros jugamos"

"La comunicación política y los medios de comunicación caen en lugares comunes en donde se buscan instalar algunas discusiones sociales y políticas. Todas estas discusiones se plantean desde cierto racismo comunicacional y conceptual", sostuvo Borroni.

Para el periodista, existe una economía en las palabras que "bajan el nivel de discusión, que toda sociedad que quiera nutrirse de la política y en el mejoramiento de sus vínculos y de sus relaciones, no debiera permitirse".

Además, señaló el objetivo comunicacional del poder dominante "es siempre reducir no solamente los espacios de discusión, sino los contenidos con los cuales se discute. Prefieren que la estigmatización le gane a la reflexión, que el título le gane al cuerpo de la noticia, que el impacto se interponga por lo realmente importante. Un porcentaje de un sector de la política divide todo en calle".

"Populismo y anti populismo, gorilas y progresistas, libertarios y autoritarios. Todo forma parte de una discusión.  Que responde a una cosa o a la otra. En el medio, por encima, por debajo y hasta en su fondo, parece no haber nada, no hay profundidad, no hay concepto, no hay idea, no hay desarrollo, no hay análisis, no hay crítica", expresó y agregó: "Si nada de esto existe, no hay seres pensantes en una sociedad. Insisto, esto en mayor o menor medida los atraviesa a todos y a todas".

Para Borroni, "los odiadores de turno ponen las cartas sobre la mesa y nosotros jugamos y no le podemos escapar a ese juego, está claro. Y al mismo tiempo sabemos que debemos jugar otra cosa y poner en juego un mazo propio. Y también nos cuesta. ¿Por qué? Porque a veces estamos muy limitados en buscar el cómo, en buscar nuevos caminos, en buscar nuevas formas".