La semana pasada el INDEC dio a conocer el nuevo índice de pobreza en el país, que llegó al 42 por ciento al término del segundo semestre del 2020, 6,5 puntos porcentuales por encima del 35,5 por ciento de igual período de 2019.

Por otro lado, el Índice de Indigencia, que comprende a las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar el mínimo de comida para la subsistencia, se ubicó en el 10,5%, contra el 8% del semestre julio-diciembre de 2019.

En ese sentido, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó que sin la implementación de programas sociales tales como la Tarjeta Alimentar, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o Potenciar Trabajo, los índices hubieran sido aun más drásticos, alcanzando el 27,9 por ciento el nivel de indigencia y más del 50 por ciento el de pobreza.

Además, argumentó que, aun con la recuperación económica y la creación de empleos en sectores tales como la construcción o el textil, el principal problema radica en el aumento de los precios en los alimentos, que impide sostener el nivel de ingresos de la población.

“Hay más de generación de puestos de trabajo, pero hay que ampliar la torta productiva. La salida al problema de la pobreza es ampliar la parte productiva, generar crecimiento económico. Ese es un punto clave”, señaló.

Arroyo también explicó que las políticas del Ministerio para el 2021 estarán direccionadas a la urbanización de barrios y la construcción de jardines maternales, además de continuar y ampliar las ayudas sociales.

"El año pasado el presupuesto inicial del Ministerio fue de 84.000 millones y terminé con 240.000 millones. Está el compromiso permanente del Presidente de ir acompañando. Vamos a tomar las medidas adicionales que sean necesarias”, destacó.