En Brasil, al alerta por las muertes y contagios por coronavirus se suma la crisis política que se hizo evidente en el día de ayer donde renunciaron seis ministros del país que conduce Jair Bolsonaro.  

Al mediodía había renunciado el Canciller pero con las horas se conoció la salida de otros ministros. En total fueron seis los que renunciaron y dos de carteras importantes: Relaciones Exteriores y Defensa.

Darío Pignotti, corresponsal de página/12 en Brasil, pasó por Una Nueva Aventura y explicó la situación que atraviesa el país vecino donde "la salud política y sanitaria no son las mejores".

"Ayer fue un día de golpes informativos en cadenas, es la táctica de Bolsonaro de generar caos y armar un operativo militar", sostuvo Pignotti quien explicó que se vivió una "máxima tensión" generada por el presidente con decisiones que "posiblemente van a agravar el cuadro democrático brasilero. El que ya era un gobierno militar, ayer se agravó".

Además, señaló que es irresponsable decir que Bolsonaro va al camino al autogolpe "pero también sería irresponsable negar por completo esa hipótesis". Para Pignotti, "Bolsonaro le dio otro golpe al orden institucional demostrando que su decisión es la de si no fuera victorioso en los comicios de 2022 contra Lula Da Silva podría haber situaciones extremas en el medio".

Los ministros que renunciaron

Ernesto Araújo, el canciller de Bolsonaro presentó su dimisión al mandatario en medio de la crisis política más grave del gobierno. La renuncia fue presentada ayer cuando el mandatario recibió en el Palacio del Planalto al diplomático de extrema derecha, que la semana pasada fue cuestionado cuando citó en el Senado una frase en latín que era repetida por Benito Mussolini.

Además, se le sumó la renuncia del ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo quien presentó su dimisión, pero rápidamente quedó claro que él fue despedido por Bolsonaro, por sus reiteradas resistencias a sumar a las Fuerzas Armadas a las declaraciones y proyectos del mandatario.

En su lugar, el presidente colocó al jefe de la Casa Civil (gabinete), general Braga Neto, que es un militar retirado.