Pasan cosas raras con los recontra ultra ricos de la Argentina. No les gusta pagar el impuesto a las grandes fortunas. Pero si les gusta salir en la revista Forbes a ver quién la tiene más grande… a la fortuna, obviamente. Qué adecuada la palabra fortuna, ¿no?: porque muchos no hicieron nada para tener la guita, sino que tuvieron la fortuna de heredar la mosqueta.

Pero, no la están pasando bien. Dijo Grobocopatel, el rey de la soja del reino de Glifosatolandia, que algunos ricos van a tener que vender la casa para pagar el impuesto. Grobo, si tenés que vender una casa para pagar empezá a jugar al quini o al loto porque vas mal.

Hay ricos que no tienen problemas con eso de vender la casa: Dujovne… solo tiene el baldío. Pero supongamos que tengan que vender la casa. ¡que la vendan, caracho!! Mirá en Alemania: 5% de impuesto extraordinario por 10 años. Esta Chavista de Merkel está abriéndole las puertas al comunismo. Solo falta que compre vacunas rusas…

El que no tiene problemas es Miauricio. Lo único que tiene a su nombre es el libro que acaba de salir. En realidad, no lo escribió él. Hasta eso se afanó.

Y como dije en su momento, disiento con el gobierno con el nombre del impuesto: se llama aporte solidario. Pésimo nombre, espantoso, totalmente erróneo: es un aporte obligatorio. Y así se debería llamar: Aporte obligatorio. Y no por única vez. Aporte obligatorio si funciona la vacuna y si no funciona, va de nuevo. Así me gustaría que se llame. Porque Solidario sería si lo hicieran de buena gana, si se acercaran al gobierno y le dijeran: mire, Alberto: A esa Cristina no la podemos ni ver, pero la patria está primero. No es el otro, pero está primero. Pero no es así ni fue así. Entonces, en la historia alguien va a leer “solidario” y va a creer que los ricos pusieron la plata en un programa conducido por Julián Weich tipo un Sol para los chicos.

Minga. No son solidarios nada. De hecho, hicieron todo lo posible para que no se sancionase. Aclaremos que no se trata de gente rica. Son gente ultra rica. Así y todo la están pasando mal: ya hubo 3 pedidos de autos importados de altísima gama, Ferrari, Porsche y Lamborghini, pero… sin pasacasete. No pueden comprarlo full full

Las mascotas de los ultra ricos, ya están sufriendo el recorte por el impuesto. Varios sharpei, un huskie siberiano y 2 gatos de angora han dejado de ir al sicoanalista y se chimenta que a algunos los están bañando en el jacuzzi… Es más: se escuchó en la high society que un piloto de avión privado habría revelado que su jefe, un potentado de aquellos, en su último viaje en jet, le ordenó cargar super en lugar de Infinia.

Ojo que el consumo de alta gama puede llegar a resentirse… aclaro: no hablo de joyas, aviones privados y eso. Cuando digo consumo de alta gama me refiero a diputados, jueces, ministros…

Algunos ultra ricos argentinos están realmente shockeados. Nunca imaginaron una cosa así: “Yo no pagué impuestos en mi vida, mire si voy a empezar a pagar impuestos a esta altura, cuando ya debería estar disfrutando de mi propia provincia o mi propio país privado…”

Pobre gente rica... Ahora en lugar de jugar al bridge, tendrán que conformarse con jugar a la canasta... básica. Algunos ya prevén que tendrán que dejar de comer sushi. Con decirte que hay quienes ya se han visto obligados a comprar salmón blanco, y teñirlo de rosado… Otros, realmente preocupados, están evaluando el peor de los escenarios posibles: tener que salir a laburar. Pobres ricos... Hay señoras ricas muy preocupadas con estos recortes porque van a tener que elegir: o las lolas o la lipo. Y las que estén muy mal… tendrán que elegir entre la lola izquierda o la derecha. Qué decaimiento… Es que… pobres los ricos, no? Se les viene la noche. Con decirte que en la calle Warnes ya venden calcamonías que dicen 4x4, para que se la puedan poner a la van familiar.

Por último, mirá cómo impacta en el bolsillo de los ultraricos que en el próximo número de la Revista Forbes saldrá un suplemento especial para millonarios argentinos que incluirá títulos como: “¿Cómo ir al trabajo sin chofer manejando uno mismo?”, “un rico pero no multimillonario nos cuenta qué es y cómo funciona eso que se llama AFIP” y por último “Tranquilo: si su fortuna supera los 5000 millones de pesos, siempre habrá un contador que lo inscriba como monotributista”.