Los empleados del Vaticano que se resistan a ser vacunados además podrían ser despedidos en caso de no contar con motivos de salud justificados. El monto de las sanciones. El Vaticano estableció por decreto que sancionará con multas de hasta 1.500 euros y posible despido a los empleados que rechacen la vacuna contra el coronavirus sin razones de salud justificadas.  El decreto lleva la firma del gobernador del Estado Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, e indica que los trabajadores que se nieguen a recibir la vacuna podrán ser castigados con multas económicas, pero también sanciones que pueden “alcanzar la interrupción de la relación de trabajo”. La reglamentación restablece además una legislación de 2011, que ya imponía sanciones a quienes pusieran en riesgo la salud pública.  Días atrás el Papa Francisco recibió la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Pfizer. “Someterse a la vacunación es la toma de una decisión responsable, dado que el rechazo de la vacuna también puede constituir un riesgo para otros y que dicho rechazo podría aumentar gravemente los riesgos para la salud pública”, sostuvieron las autoridades vaticanas. El Estado Vaticano ya había impulsado otro tipo de multas y sanciones económicas para quienes incumplan las restricciones o disposiciones sanitarias. Incluso habían dispuesto una tabla con las sanciones, que iban desde los 25 euros por no utilizar el barbijo hasta los 1.500 euros por infracción a la cuarentena.