En el marco de una serie de denuncias realizada por docentes y trabajadores de las colonias de vacaciones, el Gobierno de la Ciudad anunció en su página web que "con la capacidad de todas las sedes completas, 22 mil niños y niñas ya disfrutan del verano e polideportivos y clubes de la ciudad" junto a fotos como la que ilustra esta nota.Abrimos más de cien escuelas de verano y no se registraron contagios en ningún caso", afirmó la ministra de educación porteña, Soledad Acuña. En este sentido, la contraparte es que los casos de coronavirus aumentan y los protocolos que evitan dicho contagio no se estarían poniendo en práctica. Docentes y trabajadores de las escuelas, dialogaron con página 12 y marcaron una serie de irregularidades que están viviendo constantemente: profesores que van igual incluso teniendo temperaturas elevadas, auxiliares positivos que no se aíslan, termómetros que no funcionan y la faltante de lo básico como agua y alcohol.
El transporte
Los chicos son trasladados tres veces por semana desde las escuelas a distintos predios --como el Parque de la Ciudad o el Indoamericano-- en colectivos escolares que "van repletos de niños sin ningún distanciamiento", según denunciaron desde el sindicato de docentes porteños UTE, Además, agregaron que "las piletas de los polideportivos, donde van varias escuelas, cuentan con la presencia de más de 300 docentes y estudiantes que ingresan al mismo tiempo". "Las actividades en aulas se dan sin la ventilación adecuada, sin respetar las burbujas, sin la obligatoriedad del uso de barbijo, e incumpliendo todos los protocolos vigentes" agregó.
Las piletas
"Al cerrar el Club Comunicaciones, que funcionaba como una sede, todos los que iban ahí ahora van al Parque de la Ciudad. La pileta está repleta". "Las burbujas están una al lado de la otra y la división es una soga que los chicos pasan por abajo todo el tiempo", contó una de las docentes. La auxiliar, sostuvo que "hubo muchos casos de covid-19 en auxiliares de pileta porque nos metemos sin barbijo y es muy difícil mantener la distancia". "Supuestamente en el agua no pasa nada, pero estamos trabajando en contacto con los chicos todo el tiempo: los ayudamos a cambiarse, les secamos los mocos. El riesgo es constante" concluyó.