El Ministerio de Salud de Rusia autorizó la conservación de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.  Según dijeron las autoridades, los fabricantes de la vacuna “lograron garantizar la estabilidad de la vacuna durante el transporte y almacenamiento a temperaturas de entre dos y ocho grados centígrados”. Se trata de un aspecto clave, ya que la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Rusia debía almacenarse a una temperatura de - 18 grados centígrados. En la Argentina hubo complicaciones con este aspecto en la ciudad de Olavarría se perdieron 400 dosis que debieron ser descartadas porque perdieron la cadena de frío. La cuestión de la temperatura de almacenamiento de las vacunas no es un punto menor, sobre todo si se tiene en cuenta que otras vacunas, como la desarrollada por Pfizer, requieren ser guardadas a -70 grados centígrados, lo que se convierte en un desafío para los países ya que deben contar con grandes espacios para almacenar a esa temperatura. Según señalaron las autoridades rusas, el Centro de Investigaciones Gamaleya ahora puede ofrecer en el mercado lotes de vacunas con temperaturas de almacenamiento de entre dos y ocho grados. Se trata de la misma temperatura que tiene cualquier heladera hogareña.

LA LLEGADA DE MÁS VACUNAS DE RUSIA

Se espera que este fin de semana comience a arribar a la Argentina el primer lote de un millón de vacunas Sputnik V, de un total de cinco millones que llegarán entre finales de enero y comienzos de febrero, lo que permitirá avanzar en la campaña de vacunación masiva, tanto al personal sanitario como las poblaciones de riesgo y los docentes.