En su columna, Fernando Borroni reflexionó sobre el nuevo lock out patronal de la Mesa de Enlace.
"Hay eternas disputas entre distintos sectores de poder en la argentina que cada tanto toman relevancia, ocupan los medios y luego se disipan pero siempre están. Una de ellas es la disputa de lo que llamamos Campo, de lo que se creen dueños de las tierras, de los que se creen “La Patria” para con el Estado Nacional y los distintos gobiernos.", introdujo el periodista de La Mañana.
"Algunas esas disputas se evidenciaron por la 125 y las retenciones, luego por las retenciones a la soja, luego por los tiempo en que el Estado les exige liquidar y ahora porque el gobierno les limita la exportación de maíz. Esa disputa nunca es coyuntural, es de fondo y se expresa en algunos contextos. Es ideológica de poder, que está muy por encima del dinero, y está en torno a la propiedad del país y sus decisiones".
"El tema no es la carne, la soja, el maíz o lo que se nos ocurra, el tema es que ese sector del campo, del poder real no quiere que nadie le diga que tiene que hacer, cuando debe hacerlo y cuánto debe pagar. Este sector que sintetiza muy bien el mamarracho de Etchevere es un sector que está convencido que no debe pagar ni impuestos, ni retenciones y que no debe ser regulado de ninguna manera su actividad, tan solo porque ellos son la argentina, ellos son los que trabajan y producen para el país".
"Este sector disputa otra cosa. Me acordaba cuando alguna vez Magnetto le expresó a un ex funcionario… Yo no quiero ser presidente, puesto menor.. Aquí es lo mismo: La discusión sobre el maíz, un punto más o menos de retenciones, son discusiones menores. El campo ahora amenaza con un paro, y seguramente lo harán, algunos saldrán con el cartelito “el campo somos todos” y habrá que tolerar porque así lo exige la democracia pero también plantar bandera".
“Si el campo somos todos, entonces quiero decir sobre él. Porque en verdad no es que el campo seamos todos, sino que la tierra nos pertenece a todos y lo que allí se produce si bien está en manos privadas, esto no significa que lo privado sea la posibilidad de un libre albedrío que atente contra lo colectivo. Lo privado y lo público no es una diferencia entre un país y otro, son relaciones del mercado con actores distintos que entran en juego pero todos bajos las reglas de un país y es ese país quien las determina.
Este sector del poder real debe ser conducido por el Estado y de no aceptarlo el Estado debe intervenirlo. “Comunismo gritaran algunos horrorizados”, no tranquilos, todo lo contrario. El Estado tiene como obligación construir una sociedad justa, equitativa, igualitaria y esto se logra entre otras cosas haciendo cumplir normativas legales económicas que permitan un control de precios, un equilibrio económico.
Estos sectores del poder real que tienen como vocero a Etchevere a De Angelis o Daniel Pellegrina, son el rostro de una argentina que se cree dueña, que se cree superior, que creen que el oprimido debe agradecerle al patroncito por la pata de pollo y el tomate diario, o por las zapatillas usadas del hijo del patrón que ya creció.
Esta argentina es la argentina que reivindica la esclavitud aggiornada de solidaridad patronal, pero no sólo quiere como esclavo a sus explotados, sino que quiere como esclavo a todo un país. Dan nauseas. El mantenido de Etchevere aseguró que “a la gente le dan plata por no hacer nada y quedarse en la casa rascándose. Ese es el modelo de país que propone el kirchnerismo”
No mamarracho… El kirchnerismo, el peronismo, les reclama a los suyos que paguen más para que no existan millones de argentinos que tengan que vivir con un plan social, pero como ustedes se han negado históricamente, han matado, han golpeado gobiernos para no hacerlo, mientras se sigue luchando se dan los programas sociales porque en él mientras tanto la gente tiene hambre.
No se engañe Etchevere, a usted no le molesta el kirchnerismo porque mantiene vagos, usted detesta el kirchnerismo porque empodera a los que usted quiere someter y así su vida es bastante más incómoda. Y perdón el comentario final. No hay nada más lindo que hacer sentir incomodos a los suyos, porque vuestra incomodidad, vuestro enojo sabe a justicia
