Tras un record en los contagios, Estados Unidos evalúa reducir a la mitad la dosis de la vacuna de Moderna para, así, inmunizar a más personas.

Luego de la preocupación por el aumento a 300.000 casos diarios de coronavirus, las autoridades de Estados Unidos están analizando la posibilidad de reducir a la mitad la dosis de la vacuna de Moderna para acelerar la inmunización en la población.

Si bien la vacuna fue desarrollada para ser aplicada en dos dosis separadas por un plazo de 21 y 28 días, esta decisión está siendo consultada con la farmacéutica y con la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), dado que, en primera instancia se pensó en aplicar una sola dosis para generar una respuesta inmune, pero no hay datos concretos de que este método frene eficientemente al virus.

Sin embargo, según los expertos, la alternativa de media dosis de la vacuna de Moderna, aplicada a personas de entre 18 y 55 años, es decir, dos medias dosis, lograría el objetivo de inmunizar al doble de personas con las dosis que hay ahora en plaza, generando una respuesta inmune idéntica a la dosis completa.

“Creo que es una postura más responsable fundamentada en hechos y datos para inmunizar a más personas. Por supuesto, seguimos produciendo nuevas dosis de la vacuna”, agregó Moncef Slaoui, responsable del programa de inmunización de Estados Unidos.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el país del norte es la falta de información y comunicación entre los estados, impidiendo que la campaña de vacunación sea más rápida, puesto que durante los últimos tres días han sido administradas 1,5 millones de dosis, del total de 17,5 millones enviadas hasta la fecha

Estados Unidos confirmó el domingo 300.000 nuevos contagios de coronavirus, un nuevo récord diario desde el inicio de la pandemia, que dejó más de 350.000 muertos.

Según las últimas cifras del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), 4,2 millones de personas habían recibido la vacuna hasta el sábado, pese a que las autoridades anunciaron que a finales de diciembre estarían inoculadas ya 20 millones de personas. Eso significa que sólo se ha vacunado a un 20 % de los 20 millones de ciudadanos que estaba previsto.

Reino Unido, por su parte, es otra de las regiones más golpeadas por la pandemia de coronavirus (con 50.000 casos diarios y los hospitales al máximo de su cfapacidad) y está implementando cambios en la administración de las dosis de la vacuna de Pifzer y Oxford/AstraZeneca.

El comité de asesores gubernamentales decidió que las dos dosis de las vacunas se dieran con un intervalo de 12 semanas, en vez de las tres semanas que se habían anunciado previamente por "razones de salud pública" para garantizar que la primera dosis, la de más impacto inmunológico, cubriera a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible.

En este mismo sentido, el gobierno británico aprobó un nuevo protocolo que autoriza la combinación de ambas vacunas en caso de que no se pueda administrar la segunda dosis del mismo producto por falta de producción de cualquiera de ellas.

Esta urgencia se debe, no solo al aumento estrepitoso de los casos positivos, sino también de la aparición de la nueva cepa de coronavirus que es 70 veces más contagiosa que la conocida hasta hoy en día.