A las pocas horas de aprobada la legalización del aborto en el Senadoel Papa Francisco ratificó su defensa del “don de la vida". El ministro de Salud, Ginés Gonzalez García le contestó a la iglesia y sostuvo que "no puede la creencia estar por encima de la evidencia". La iglesia ya se había expresado contra la ley de interrupción voluntaria del embarazo y González García, quien siempre manifestó su postura a favor, recordó que años atrás lo habían cuestionado por sus posiciones. El ministro recordó que en el año 2005 durante su gestión en el gobierno de Néstor Kirchner, "me decían que era el ministro que desafiaba a Dios. Me lo decían por el aborto, por la educación sexual, por la distribución de anticonceptivos". En ese entonces, el obispo castrense Baseotto dijo que el ministro de Salud merecía que “le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar” por repartir preservativos entre los jóvenes. Por su parte, los obispos argentinos cuestionaron “la lejanía de parte de la dirigencia argentina del sentir del pueblo” y sostuvieron que la ley de IVE,   "ahondará aún más las divisiones en nuestro país".